24 abril 2006

Detrás

Detrás de la siesta viene el espanto,
que sacude tus huesos
con sus trenzas hambrientas
y sus adornos ahogados.

Detrás del asombro viene el misterio,
que sacude tus huesos
con sus tiras de afasia
y sus gasas de nervios.

Detrás de la muerte muere la incógnita
que sacudía tus huesos
con su pregunta de garfios
y su punto incrustado.

Detrás de mi sombra no viene nada,
ni siquiera el recuerdo
de mi sombra gastada.

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