28 abril 2008

Las brigadas satánicas en Murcia

Conscientes de la dificultad de llevar a cabo su labor religiosa, las brigadas satánicas salieron el sábado pasado por las calles de las tascas murcianas para propagar su mensaje. Enarbolando una cruz invertida, cantaban himnos satánicos acompañados por unas guitarras y unas armónicas. A su paso por las tascas, repartían folletos en los que reivindicaban el uso del preservativo, el derecho al aborto y al consumo de drogas.

Este último punto casi les causa un conflicto con las autoridades. Unos agentes se dispusieron a ponerles una multa por apología de las drogas, pero el portavoz de las brigadas satánicas alegó que las drogas a las que se referían eran las legales: tabaco y alcohol, a cuyo consumo todos los ciudadanos tienen derecho cumpliendo con el requisito de la mayoría de edad. Efectivamente, en una nota a pie de página incluida en los folletos que repartían, se especificaba la referencia a este tipo de drogas.

Las brigadas satánicas no sólo se limitan a satanizar a los transeúntes, sino que el afán de propagación de su mensaje va más allá. Según nos informó el responsable de las brigadas satánicas, intentaron llevar sus reivindicaciones a las aulas de los institutos, pero su petición fue rechazada alegando ciertos principios morales que no vienen al caso.

Entre los actos realizados en esta campaña, se encuentran visitas a diversos hospitales de la Región, donde los enfermos recibieron a los jóvenes satánicos con confeti y copichuelas de caldo con pelotas. Precisamente por su éxito, uno de los jóvenes afirma que está dispuesto a volver a los hospitales para tratar de concienciar a los enfermos sobre los beneficios de los cuidados paliativos, del uso del preservativo y del consumo responsable de drogas.

No podemos cerrar este artículo sin hacer referencia a la suerte que acompañó a este grupo de jóvenes satánicos en su salida por Murcia el sábado pasado, ya que las brigadas católicas eligieron ese mismo día para salir por las tascas a propagar su mensaje radicalmente opuesto al de las brigadas satánicas. Quién sabe. Quizá unos se habrían puesto a invocar a Satán mientras los otros habrían contraatacado con el vade retro.

27 abril 2008

Al acecho

Siempre al acecho, mi jerba dana se arrastra por el suelo como si fuera una serpiente. Su inmovilidad supera límites de anacoreta. Un movimiento apenas perceptible de sus bigotes delata su actitud alerta, prevenida, cautelosa. Y sus orejas, como periscopios, giran hacia uno y otro lado atentas a cualquier estímulo sonoro.

Maneras de vestir

—... Si es que mira cómo salen hoy los jóvenes a la calle... Mira ése, qué pantalones lleva, todo rotos por los bajos y enseñando los calzones, ¿será posible...? Y mira qué pelo lleva ése, ¿tú te crees...? Y si no la muchacha que pasó hace un rato, con los pantalones pegados, rotos y descoloridos, y enseñando las bragas... No sé cómo no les da vergüenza salir así a la calle... Y mira aquél, con trenzas mal hechas y un pin en la ceja... —le decía ella a su vecina Maruja.

Con la cabeza llena de rulos, la bata y las zapatillas de estar por casa, se pasaban las tardes en la calle analizando las maneras de vestir de la gente.

24 abril 2008

Operación 'Peine' (XXVIII)

El martes vi esto en el Jardín de la Constitución, detrás de La Merced, a eso de las dos de la tarde:

Me acordé inmediatamente de aquella noticia, y pensé que qué operación más larga, y que cuántos peines habrán gastado ya, y que cuántos les quedan.

23 abril 2008

El campeón de antes

No por llegar antes pensó que ganaría. De hecho, nunca pensó en llegar antes para ganar, pero cuando ganó sin llegar antes pensó en cómo llegar a ganar llegando antes.

20 abril 2008

De pelo en seso

Su incipiente calvicie le está dando unos quebraderos de cabeza inaceptables. Camina obsesionado, totalmente seguro de que todo el mundo tiene la vista puesta en su cabeza, en cuya coronilla se deja entrever un principio de alopecia que podría degenerar en una caída total de sus negras e hirsutas melenas. Este pensamiento lo mortifica sobremanera todos los días, y no encuentra la forma de que llegue la noche adecuada, que le traerá unas horas en las que podrá reconfortarse.

Los días se le hacen eternos. Desde que advirtió hace varios meses aquella circunstancia de su cabeza, no ha podido dejar de pensar en ella ni un segundo. La perturbación ronda su mente a todas horas, constantemente, ininterrumpidamente. En su imaginación todo son pelos que mueren y pelos que caen, pelos que se liberan de sus raíces y pelos que se suicidan.

Este acontecimiento lo aleja de la realidad conforme pasan los días, las semanas, los meses. Su mundo se va reduciendo cada vez más al asunto de su cabeza, al asunto del pelo que ya no hay en su cabeza. Ni siquiera tiene ganas de desayunar cuando se levanta, porque la parte convexa de la cuchara le sugiere una calva de plata reluciente, y la imagen de la calva y de la plata reluciente le produce escalofríos, y, como un autómata, hoy ha salido a la calle absorto como siempre en su problema, caminando hacia su lugar de trabajo.

Un ambiente onírico lo envuelve todo. No hay casi nadie por la calle, y sólo algún coche despistado circula perezoso por la ciudad. Él apenas se ha dado cuenta de estos detalles, tan abstraído como va en su problema. Lo que no le ha pasado inadvertido ha sido el hecho de que el edificio de la empresa en que trabajaba esté cerrado. Entonces ha caído en la cuenta de que quizá esté soñando, y la cara se le ha iluminado. Pero no. Sabe que no está soñando: su estómago ruge, así que se dirige al bar de la esquina y pide un café con leche y unas tostadas mientras ve en el cristal de la ventana el reflejo de su incipiente calvicie, aquel pequeño hueco sin pelo en su coronilla.

Cuando sale del bar dispone de una información valiosa: hoy es domingo. Piensa en irse a su casa a dormir, pero sabe que no podrá pegar ojo: del tamaño del de un cíclope es el espacio calvo en su cabeza, de modo que opta por pasear. Nunca antes había entrado en una comunión tan plena con el entorno. Casi todo lo que le rodea le sugiere caída de cabello, calvicie, lepra capilar. Un trozo de pared desconchado, un agujero en la acera, un hilo en el suelo, un coche abollado, un faro fundido, una manchita de aceite en la carretera. Por primera vez en su vida se compadece de una flor, cuyos pétalos se secan sobre el suelo, y ha estado varias horas contemplando aquel desastre, aquel cataclismo de la naturaleza.

El día se le está haciendo inacabable, al igual que todos los días de los últimos meses. Después de que su estómago le avise de que es la hora de la comida, entra al primer restaurante que encuentra, pero tiene que rechazar el menú del día. Ver los espaguetis en los platos de los demás clientes le está revolviendo el estómago. Durante la comida se ha levantado cinco veces para ir al servicio, donde ha inspeccionado su coronilla, que sigue igual de vacía.

A pesar del sufrimiento y desasosiego con que ha transcurrido la comida, sale contento de aquel restaurante: ha visto en el calendario que hoy es veinte de abril y que esta noche hay luna llena, así que sólo tiene que esperar unas horas para convertirse en hombre-lobo.

17 abril 2008

García Boquita

—Mamá, no sabes qué éxito el curado que me enviaste... ¡Lo mejor! A todo el mundo le encanta su sabor... Dicen que nunca han probado un queso igual... Sí, claro, mamá, es que... Es que, mamá, tú..., tú siempre eliges lo mejor... Bueno, mamá, te tengo que dejar... Es que... Es que aquí hay una rubia que me la quiere chupar...


Vecinos fumando

Ayer por la tarde, en un rincón de Murcia.

15 abril 2008

Cansancio

Necesito desintegrarme. Diluirme en el aire durante un par de días, un par de meses. No sólo mi cuerpo quiere desaparecer: también mi alma y mi espíritu ansían la disolución temporal. Estar en suspenso, ser nadie allí, en algún punto indeterminado del cosmos. Sin continuidades, sin interrupciones, sin preámbulos ni epílogos. Sin saltos en el tiempo, sólo el tiempo como puro concepto: inconcreto, insustancial, sin importancia.

Cansado, ¡sí!, cansado.

Necesito desintegrarme. Dormirme en el aire. Ser nube y lloverme sobre toda la tierra para difuminarme sobre el polvo y perderme entre las grietas. Ser barro y salpicarme cuando me llueva sobre mí mismo. Ser humo y desleírme bajo el agua y sobre el barro. Todo yo disuelto y difundido.

13 abril 2008

Cuarto trastero: próximos bolos

Me comunican por un comentario en aquella entrada que los próximos bolos de Cuarto trastero serán:

17 de Abril en Atomic (Murcia)

7 de mayo en Sala 12&medio (Murcia)

8 de mayo en la CAM (Cieza)

29 de mayo en La Muralla (Cieza)

27 de junio Guanabana Jam (Molina)

***** Contacto con el grupo: Tlf. 654 27 47 90 *****

Si quieres disfrutar un rato de buena música, no dudes en pasarte. Habrá notas musicales incendiadas que mantendrán una conversación que sólo podrán comprender los pelos de tu cuerpo, que asentirán erizándose a los diálogos y a los monólogos de la guitarra y el bajo, respaldados por las afirmaciones de la batería.

12 abril 2008

Cazando nubes..., y gusanos

Circulábamos ayer por la autovía Murcia-Albacete al anochecer. Íbamos por el carril izquierdo, en proceso de adelantamiento a un coche y a un camión. Desde mi posición de copiloto pude observar por el rabillo del ojo derecho cómo, de repente, un bulto gris nos adelantaba por la derecha.

Casualmente llevaba yo en la mano la cámara de fotos para capturar algunas nubes negras de las que discurrían por el cielo decreciente.

La putada fue que con el rollo de echarle fotos al coche que nos adelantaba por la derecha no me fijé en su marca:


09 abril 2008

Nexos

Nexos.

Tus ojos, tu aliento, tu pelo,
tus brazos, tus muslos, mejillas,
orejas, caderas y el velo
que terso cubre tus costillas.

Nexos.

Tus dedos, tus verbos, el celo
azulado, azucarado,
de tus labios, y el dulce vuelo
sensual de tu torso alumbrado.

Nexos.

El teorema de tu arena,
el volumen de tu insinuado
pecho, corazón que barrena
con asaltos de beso mi hado.

Nexos.

Las geometrías de tus formas
y de todo lo que las llena:
tu ser, pensamientos y hormas
de tu alma, y ella de amor plena.

Nexos.

Finas hebras indestructibles
que nos anudan invencibles.


08 abril 2008

Caricaturas de Borges

[Cuadernos Hispanoamericanos, nos 505/507, Julio-Septiembre 1992]

[Epitafio:
"Jorge Luis Borges
And ne forhtedon nā

(en inglés antiguo: Y sin temer nada)
1899-1986"]


Ishiguro y la literatura argentina

«En cambio debo decir que, por desgracia, apenas he leído literatura argentina, excepto Borges, naturalmente. Borges, a quién leí cuando empecé a escribir, es para mí una de las figuras fundamentales, con Kafka y Beckett, que han escrito fuera del realismo.»


Kazuo Ishiguro
[Revista de Occidente, nº 304, Septiembre 2006, pp. 132-133]

Ceniza incendiada

Yace la gris ceniza helada junto
a la loza azul de la urna rota,
y en el nicho descansa con ignota
paciencia, esperando que a su asunto

legislador divino ponga punto
firmando la sentencia que a cota
suprema la devuelva, como nota
que el triste Orfeo llora, cual trasunto

de Afrodita que al mundo es devuelto
en figura de arena que mi arteria
primigenia colapsa con mirada

de dunas sempiternas, y envuelto
en su canto de fuego quedo, feria
de incendio o de explosión resucitada.

07 abril 2008

Dos te salvan

Creo en dos pares todo numerosos:
un par son tus manos
y el otro, tus hombros.

Dos te salvan, mi niña.
Trenzan duendes tu savia.

Creo en dos pares todo numerosos:
un par son tus pechos
y el otro, tus ojos.

Dos te salvan, mi niña,
plena fuente de magia.


06 abril 2008

Pareja busca

El otro día conocí a una pareja que está pensando en hacer un trío. Me insinuaron, tanto él como ella, si yo quería, pero les dije que, en caso de hacerlo, habría de ser un cuarteto, puesto que yo no soy solo yo, sino también ella. La idea del cuarteto, sin embargo, no les convenció, aunque me dijeron que quizá más adelante, cuando tuvieran experiencia con el número tres, para ir de uno en uno, puesto que al fin y al cabo en estas cosas, por regla general, se anda todo de uno en uno y poco a poco: primero tú contigo, luego tú con otro, luego vosotros con otro, después vosotros con otros, y así sucesivamente.

En cualquier caso, les caí en gracia. Me contaron que habían puesto un anuncio en el periódico, en la sección de contactos, en el que dicen que buscan candidatos y candidatas, pues todavía no tienen muy claro si quieren hacer el trío con un chico o con una chica, pero que lo que más les importa es que el individuo en cuestión funcione bien.

Según me dijeron, exigían una serie de requisitos que aquí yo transcribiré en cursiva y explicaré en redonda cuando tenga la explicación, porque hubo algún requisito que sólo enunciaron sin entrar en detalles, supongo que para dejarme intrigado:

1/ Juventud, divino tesoro. Según me explicaron, con estas palabras quieren decir que has de ser joven, entre los 25 y los 35 años, año arriba, año abajo.

2/ Belleza es verdad. El atractivo lo juzgarán ellos. Advierten que no están condicionados por el canon de belleza que se vende en los medios de comunicación. Las fotografías, en tanto arte, son imprescindibles.

3/ Bueno en el buen sentido de la palabra. Tienes que ser buena persona. Desprecian a los hipócritas y las dobleces. Reniegan del avaro y del codicioso. Gustan de las almas con-bondad y sin-pathos. La bondad y la simpatía la podrán juzgar ellos a partir del discurso de presentación que les envíes. Si bien no consideran que haya una relación proporcional entre la extensión y las posibilidades de ser elegidos, sí señalan que un discurso muy breve no es dos veces bueno ni implica que su autor lo sea, en contra del famoso refrán.

4/ Mens sana in corpore sano. Este requisito no me lo explicaron, únicamente me soltaron el latinajo y yo no sabría especificar a qué se refieren, de modo que en este punto cada cual puede interpretar lo que considere oportuno.

5/ Calamitas ocassio virtutis est, o Disaster is an occasion for virtue. Digo lo mismo que en el apartado anterior, con la salvedad de que lo dijeron tanto en latín como en inglés. No entiendo tanta pasión por el latín y el inglés. Bueno, quizá sea que les gustan las lenguas.

Yo les dije que, si querían, podía hacerles publicidad en mi blog y ponerles en contacto con quienes estuvieran interesados, y les pareció fantástica la idea, de modo que, para ir acabando, concretemos: cumpliendo los anteriores requisitos, sólo necesitas satisfacer uno más para sumarte a este dúo y hacer un terceto. Has de saber tocar algunos instrumentos de viento. Algunos porque, como están empezando, aún tienen dudas y no saben qué les irá mejor, si alguien que toque la flauta o la armónica, el acordeón o el saxo.

05 abril 2008

Llorar las llagas

Lloro
Lloro llagas
Mi llanto es una llanda de llagas que se degüellan
Mi llanto aúlla llagas guillotinadas
Llagas a dentelladas
Lloro lluvias de llagas
Diluvios rellenos de llagas lloro
Mi llanto te llama
Te llaga mi llanto
Yo yazgo en llamas al llorar callado bajo tu cuello
Lloro rayos y centellas llagados que llegan a los hoyos de tus ojos
Y luego las llamas se acallan con tus lágrimas
Sellan las llagas lloradas las aguas saladas
Del mar
Tus ojos
Tus ojos
Rizados
De espuma
Tus ojos
Mi cuna
Tus ojos
Repletos
De dunas
Tus ojos
Mis lunas

04 abril 2008

Pintada lingüística

Instintos suicidas imposibles

A veces contengo la respiración hasta el mismo borde de la muerte. No me resisto a experimentar los instintos de mi cuerpo. Observo que no soy dueño de todos mis movimientos: cuando mi cabeza empieza a tensarse y el ritmo de bombeo de mi corazón se torna lentísimo, mi boca se abre en contra de mi voluntad para retomar el aire y el oxígeno.

A veces intento asfixiarme: rodeo mi cuello con mis manos y aprieto. Sin embargo, mis manos no responden a mis órdenes suicidas y, cuando mi cabeza comienza a hincharse, se abren para soltar mi garganta enrojecida.

A veces cierro los ojos. Mi intención es no abrirlos hasta contar treinta segundos en voz alta, pero mis ojos ignoran mis intenciones y se abren al segundo y medio, en el momento justo para ver un semáforo en rojo o una señal de stop.

A veces me quedo en pie en medio de la autovía, con las piernas juntas y los brazos extendidos. Me digo que esta vez sí, que no me moveré durante cinco minutos. Imposible. En cuanto veo cómo se aproxima un coche, el corazón comienza a bombear a una velocidad vertiginosa, y conforme se reduce la distancia el bombeo se hace más fuerte, más potente. En contra de mis deseos, mis piernas se abren para echar a correr y me transportan en una carrera minúscula pero intensísima al arcén, donde llego casi volando y aterrizo, por lo general, con el tren de aterrizaje de las palmas de mis manos.

En estas condiciones, y en vista de mi inquebrantable tradición de aperturas ante los intentos de suicidio, no me extraña que las veces que me paro a imaginar mi vida sin ti se abra una brecha en mi alma, y un reguero de lágrimas difuntas y desesperadas.

Sobre los premios literarios (V)

Lorenzo Varela

«[...] Los premios literarios son siempre un pretexto para convertir en texto lo que es sólo un pretexto para ganar el premio. [...]»

[Correo Literario, nº 6, 1/II/1944, p. 2,
en Consello da Cultura Galega]

Envíale un sms: recompensa garantizada

Acabo de enviar el primer sms de mi vida a un número de cuatro cifras. El número es el 5958 y al enviar el mensaje [texto: AYUDA JUANMA] aportas algo de dinero para ayudar a este niño de Almería de tres años que tiene el Síndrome de Alexander, una de esas enfermedades raras que apenas se investigan. Este síndrome dejará a Juanma progresivamente ciego, sordo, tetrapléjico, vegetal y, finalmente, en dos o tres años, lo matará.

Con un euro y pico cada uno ayudamos mucho. No te lo pienses. Coge el móvil y envíale ya mismo un poco de esperanza. Para más información y más vida, www.ayudajuanma.es/.

Sobre los premios literarios (IV)

Fragmento de entrevista a
Juan Villoro

«[...]

P.—Entonces un premio estaría vinculando la noción de calidad con la de mercado...

R.—Sí, sería ingenuo verlo de otro modo. Con mayor o menor énfasis, los editores buscan novelas donde las virtudes literarias ayuden a vender. La parte más noble de este empeño es que confían en que los lectores llegarán a respaldar el anticipo que recibe el autor. Se trata de un voto de confianza, de apostarle a la circulación del libro, de premiar esa esperanza. En los premios en los que he participado como jurado he defendido un tipo de escritura que presupone un lector distinto al convencional. [...]

»Me parece que el mejor personaje que puede inventar un escritor es un nuevo tipo de lector. Esta apuesta es aún más arriesgada que la de apoyar un texto suponiendo que llegará a los lectores que ya existen. Naturalmente, a veces ganas y a veces pierdes en los jurados. Por fortuna, no es un ejercicio monolítico y resulta fascinante conocer la forma en que otros lectores conforman su juicio. En los premios he aprendido más de este mecanismo de valoración que de las tendencias dominantes en el idioma. Es imposible juzgarlas a partir de los diez manuscritos que recibes como finalistas. Por otra parte, no creo que las haya. La tradición, como ha dicho Piglia, tiene más que ver con el tiempo que con el espacio. El hecho de compartir una geografía no implica que los autores apelen a los mismos antecedentes ni busquen el mismo destino. En ese sentido, veo una atractiva dispersión de las búsquedas. [...]»

[30/VI/2007
Revista Ñ, en Clarín]

03 abril 2008

Sobre los premios literarios (III)

Fragmento de una entrevista a
Jonathan Littell

«Hay que juzgar cada libro en función de sus objetivos y sus propias exigencias, y no en relación con otros libros. Ésta es la razón por la que no me gustan los premios literarios. Tienden naturalmente a enfrentar unos libros con otros. Yo le he enviado una carta a Gallimard en la que le explico que no estoy contra los demás autores. Mi libro está contra él mismo, trabaja contra su propia exigencia, que, desde luego, no alcanzará nunca. [...]»

[Entrevista realizada por Samuel Blumenfeld
17/XI/2006
Publicada en El País]

Sobre los premios literarios (II)

Sprinters
Ernesto Giménez Caballero

«Los premios literarios tienen su geografía moral. O —por decirlo de otra manera (nietzscheana)— tienen sus morales.

Morales que dicen sí, y morales que dicen no. Positivas y negativas. Según donde se den.

Un premio literario en España, por ejemplo, suele ser siempre algo fatalmente peyorativo. En España, nadie cree en los premios literarios. En Francia, sí; todo el mundo. (Todo el mundo —curioso lector— de Francia). Y eso que los premios literarios que España da —de tarde en tarde—, los da a sus consagrados. Mientras Francia los otorga casi generalmente a sus inéditos, sus nuevos.

España con garantías. Francia, a despecho de ellas.

Y, no obstante —¡ironía grande!—, Francia triunfa con sus premios, y España, con ellos, se subvierte.

¿Por qué la rareza de este fenómeno?

¿Qué secreta ética gobierna el sistema de valores literarios de estos dos países?


* * *

Nos ceñimos a estos dos países en tal confrontación por sumariarla.

Pero se podrían hacer estas breves notas anejas:

En Inglaterra: los premios son para naturalistas y geógrafos.

En Alemania: para científicos.

En Italia: para nadie. (Nadie que valga la pena.)

El Premio Nobel: es el Premio Gordo de una Lotería Gris, color Sociedad de Naciones Literarias. El Premio Nobel no tiene importancia, en último término. Galdós o Grazia Deledda. Es lo mismo.


* * *

La secreta ética que gobierna el sistema de valores literarios en España y en Francia es, sencillamente, una ética de juego.

Con un gran acierto, Guillermo de Torre llamaba a nuestro sistema español de premios: La ruleta literaria.

Con el mismo acierto se podría llamar al francés: Las carreras de medio fondo.

Dos clases de juego: el uno, de azar. El otro, de atletismo.

En efecto: cuando en España se otorga un galardón a la obra de un escritor, o lo hace el Estado o lo hace una Academia Estatal, o un particular por vía también Estatal.

Por contra: en Francia, lo hacen, simplemente, los editores. Los empresarios de concursos atléticos de literatura. Gente del oficio.

De ahí que en España todo libro premiado ostente la faja afortunada del anuncio, como un décimo de lotería, sobre el vientre.

Mientras en Francia, esa misma faja del premio resulta como el número pegado al jersey de un starter vencedor. No es accidental que los editores franceses llamen a sus luchadores de premios sus poulains, con término deportivo. [...]»

Ernesto Giménez Caballero
(Revista de Occidente, nº 55, Enero 1928, pp. 121-123)

Pintada estética

He aquí una foto de una pintada callejera: una pintada hallada en un callejón, exactamente el callejón que va de La boca del lobo a Ítaca, justamente al lado de la cristalera de un gimnasio:

«Esta belleza no es real. Sé tú misma»

Familias hipócritas y juegos sadomasoquistas

Yo sé de una casa en la que vive una gran familia. En la casa manda, por ser el más fuerte, Bruto. Bruto, cada vez que uno de los miembros de su familia discrepa de él o emite opiniones contrarias a su pensamiento, lo coge y lo encierra en el sótano dos, tres o cuatro años. A veces lo que hace es coger a unos cuantos familiares que le llevan la contraria y les pega un tiro en la cabeza a cada uno.

También sé que alrededor de esa casa hay otras casas en las que viven familias que no tienen ese tipo de problemas. Allí las familias eligen a quien organiza las cosas y más o menos se convive.

Cada año bisiesto se organiza una fiesta en el barrio. Este año Bruto ha querido organizar la fiesta y celebrarla en su casa. Bruto será bruto, pero no es tonto, y ha dado espléndidas dádivas a los representantes de las otras casas para que permitan que se celebre la fiesta en su casa, o al menos eso se rumorea entre los vecinos del barrio.

Yo vivo en una de las casas del barrio y estoy en contra de que se celebre la fiesta en casa de Bruto. Bruto es un mal vecino: tortura y asesina a sus propios familiares, y permite que salgan de su casa productos que han matado a varios vecinos del barrio, incluidos algunos niños.

Por si esto no fuera suficiente, los representantes de las distintas casas del barrio van a permitir que se celebre la fiesta de marras en casa de Bruto, lo que le permitirá a él obtener pingües beneficios.

Me han invitado a ir unos días a casa de Bruto para ver las fiestas, pero me niego. En caso de ir, estaría aceptando tácitamente la situación que se vive allí. Los fiesteros que asistan también estarán aceptando la situación: aceptando la tortura y el asesinato y la encarcelación de los familiares de Bruto por cosas tan tontas como decir lo que piensan.

En vez de ir, prefiero mostrar mi frontal desacuerdo y mi indignación. Y preguntarles a los representantes de las distintas casas del barrio que cuántos bolsillos tienen, y cómo de hondos, y que por qué no se lavan sus bocas negras de lodo, y sus mentes codiciosas sin fondo.

Hay unos cuantos vecinos del barrio que han señalado la casa de Bruto con una bandera para avisar a los despistados:

P.D.: Me ha dicho un vecino que se va a llevar una cámara de video para grabar la fiesta. Le he adelantado que por mí no se moleste, que no pienso ni verla.

02 abril 2008

Sobre los premios literarios (I)

Don Quijote de la Mancha
Miguel de Cervantes

«[...] y si es que son [los versos] de justa literaria, procure vuestra merced llevar el segundo premio, que el primero siempre se lleva el favor o la gran calidad de la persona, el segundo se le lleva la mera justicia, y el tercero viene a ser segundo, y el primero, a esta cuenta, será el tercero, al modo de las licencias que se dan en las universidades; pero, con todo esto, gran personaje es el nombre de primero».

(Quijote I, 28)