29 abril 2010

Problemas en el Estado aconfesional: velos y velas

En un Estado laico y aconfesional como el que se proclama en la Constitución Española, asistimos a una serie de conflictos y problemas que se plantean en el seno de las escuelas e institutos: el velo de las musulmanas.

Sin embargo, esto no es ningún problema, sino una sencilla consecuencia de la falta de contundencia en la definición del Estado laico y aconfesional en el que vivimos. Evidentemente, los poderes públicos no pueden prohibir que las niñas lleven velo mientras en los colegios e institutos públicos se impartan clases de religión y otros alumnos lleven cadenas con crucifijos, o se mantengan crucifijos clavados en las paredes. Se vean o no se vean, todo son símbolos religiosos, y si el Estado laico y aconfesional ha permitido que la religión se entrometa y ocupe un espacio público de educación, tendrá que arrostrar las consecuencias, de las cuales el velo no va a ser la más conflictiva.

¿La solución? Sencillísima. El legislador sólo tiene que definir con claridad los espacios públicos de enseñanza acogiéndose a lo que se estableció en la Constitución hace más de treinta años.

Y expulsar de una maldita vez la religión, la esquizofrenia aceptada socialmente en nombre de la idea de Dios, ese resto del pensamiento mágico-primitivo-irracional, de los colegios y de los institutos públicos.

Y punto.

21 abril 2010

Oposiciones de Murcia a Secundaria, 2010

Se acercan las oposiciones a Secundaria. Este año, como en las dos convocatorias anteriores, sigue sin exigirse una prueba práctica. El opositor sólo debe demostrar que ha memorizado una serie de datos y que ha realizado una programación y unas unidades didácticas.

Este criterio de excluir la prueba práctica es radicalmente contrario, ¡totalmente incompatible!, con lo que se exige a los alumnos en secundaria y bachillerato. A los alumnos se les exige una serie de habilidades y destrezas: que sepan hacer, que sepan resolver. Sin embargo, a los opositores que serán futuros profesores de estos alumnos no se les exige que demuestren que saben hacer cosas, resolver problemas concretos de sus respectivas disciplinas.

Así, puede darse el caso de que un opositor supere las pruebas de Latín y Griego sin saber analizar textos latinos ni griegos; un opositor puede aprobar las de Lengua y Literatura Española sin saber realizar análisis lingüísticos ni literarios y, por tanto, sin haber demostrado su competencia en la materia.

En cualquier caso, no es de extrañar. La incompetencia y la ineptitud de los políticos y de sus consejeros queda evidenciada otra vez, con la agravante de que va a afectar, estimados padres y madres, a la educación de sus queridos hijos.

¿Se imaginan un fontanero que conozca la teoría y la historia de las tuberías pero que no sepa arreglar el problema concreto que usted tiene en su casa? Calculen las consecuencias. Y pónganse los cinturones de seguridad.

19 abril 2010

El gran eslogan, la gran trampa:

«Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el Reino de Dios. Os lo aseguro, el que no acepte el Reino de Dios como un niño,no entrará en él» (Marcos 10, 14-15).

Aparte de las connotaciones pedófilas del texto, tan confirmadas por la Iglesia, que lo único que hace es cambiar de lugar a los curas perversos (¡lo mismo que hace el Opus Dei con los profesores malvados de sus colegios cuando ya han delatado su perversión y su maldad!), aquí está la clave de la religión: hay que ser "como un niño" para entrar en el "Reino de Dios", es decir, hay que ser ingenuo, crédulo (¡no creyente, sino crédulo!), infantil, incapaz de pensamiento crítico.

En cualquier caso sentimos comunicarle que:

Crea en lo que crea,
cuando usted muera
comenzará a ser nada.

Lo real

Estando el otro día de turismo por Segovia, vi unos carteles que anunciaban un congreso, y una de las conferencias me llamó la atención por su título: "Lo real". No pude evitar la tentación de entrar.

Fue una lástima, porque el conferenciante... ¡estaba completamente ciego! ¡Ni un atisbo de la realidad en sus palabras!