20 febrero 2012

Organización Terrorífica Española


Hace varios meses que en España viene actuando una nueva organización terrorífica que infunde miedo, pánico y lesiones a los ciudadanos españoles. Esta organización se divide en diversos grupos y grupúsculos que actúan bajo las órdenes de líderes tiránicos y dictatoriales, de convicciones profundamente antidemocráticas, a lo largo y ancho de la geografía española.
Su última intervención tuvo lugar hace pocos días en las calles de Valencia, donde un grupo de estudiantes se manifestaba pidiendo a sus representantes políticos una escuela digna.


Esta solicitud pública y de viva voz no fue del agrado de esta Organización Terrorífica Española, cuyos miembros salieron a la calle pertrechados con sus vestidos de gala para mostrar de forma contundente su rechazo no sólo al derecho a una educación digna de los menores de edad que se manifestaban, sino al mismo sistema educativo. No en vano, la inmensa mayoría de miembros integrantes de esta Organización Terrorífica Española, según fuentes estadísticas, apenas sabe leer y escribir, y así lo garantiza su título escolar, única certificación académica que posee la mayoría de Terroríficos Españoles, porque ellos, a diferencia de los alumnos que se manifestaban, sí tuvieron el derecho a una educación pública efectiva, a pesar de que la desaprovecharon de una forma palmaria, tal y como demuestra el hecho de que acabaran teniendo que buscar trabajo como esbirros y mercenarios a sueldo de una organización violenta y terrorífica.
Les seguiremos informando sobre próximas actuaciones de esta Organización Terrorífica. El día 23 se prevé una nueva actuación de diferentes grupúsculos terroríficos en diversas ciudades de España, pues estos grupúsculos están colaborando activamente en la desintegración de la democracia. ¿Por qué? Porque les pagan. En consecuencia, no van a dejar de pagarles ni les van a rebajar el sueldo. Son mercenarios. Tienen que cuidarlos, mimarlos, tenerlos de su lado.

[...] un reportaje de National Geographic en el que salía un hombre que tenía sesenta mil perros y siempre los alimentaba, todos los días, aunque le costaba muchísimo dinero comprar tantísima comida para sus perros, pero la compraba: era plenamente consciente de que si dejaba de alimentarlos, los perros dejarían de protegerle. E incluso -sospechaba- quizá se lo comerían a él mismo...