Hace varios
meses que en España viene actuando una nueva organización terrorífica que
infunde miedo, pánico y lesiones a los ciudadanos españoles. Esta organización
se divide en diversos grupos y grupúsculos que actúan bajo las órdenes de líderes
tiránicos y dictatoriales, de convicciones profundamente antidemocráticas, a lo
largo y ancho de la geografía española.
Su última
intervención tuvo lugar hace pocos días en las calles de Valencia, donde un
grupo de estudiantes se manifestaba pidiendo a sus representantes políticos una
escuela digna.
Esta solicitud
pública y de viva voz no fue del agrado de esta Organización Terrorífica
Española, cuyos miembros salieron a la calle pertrechados con sus vestidos de gala para mostrar de forma contundente su rechazo no sólo al derecho a una educación digna de los menores de edad que
se manifestaban, sino al mismo sistema educativo. No en vano, la inmensa mayoría
de miembros integrantes de esta Organización Terrorífica Española, según fuentes estadísticas, apenas sabe
leer y escribir, y así lo garantiza su título escolar, única certificación académica
que posee la mayoría de Terroríficos Españoles, porque ellos, a diferencia de los alumnos que se manifestaban, sí
tuvieron el derecho a una educación pública efectiva, a pesar de que la
desaprovecharon de una forma palmaria, tal y como demuestra el hecho de que
acabaran teniendo que buscar trabajo como esbirros y mercenarios a sueldo de
una organización violenta y terrorífica.
Les seguiremos
informando sobre próximas actuaciones de esta Organización Terrorífica. El día 23 se prevé una nueva actuación de diferentes grupúsculos terroríficos en diversas ciudades de España, pues estos grupúsculos están colaborando activamente en la desintegración de la democracia. ¿Por qué? Porque les pagan. En consecuencia, no van a dejar de pagarles ni les van a rebajar el sueldo. Son mercenarios. Tienen que cuidarlos, mimarlos, tenerlos de su lado.
[...] un reportaje de National Geographic en el que salía un hombre que tenía sesenta mil perros y siempre los alimentaba, todos los días, aunque le costaba muchísimo dinero comprar tantísima comida para sus perros, pero la compraba: era plenamente consciente de que si dejaba de alimentarlos, los perros dejarían de protegerle. E incluso -sospechaba- quizá se lo comerían a él mismo...
[...] un reportaje de National Geographic en el que salía un hombre que tenía sesenta mil perros y siempre los alimentaba, todos los días, aunque le costaba muchísimo dinero comprar tantísima comida para sus perros, pero la compraba: era plenamente consciente de que si dejaba de alimentarlos, los perros dejarían de protegerle. E incluso -sospechaba- quizá se lo comerían a él mismo...