Mi vecino Juanito, niño de doce años, baraja a día de hoy dos posibles futuros con los cuales, asegura, “tendré pasta pa’ lo que quiera” y “seré famoso”.
A veces me comunica sus deseos de ser un fantoche profesional, dedicando su vida a pulular por los más variopintos programas televisivos donde más popular se hace quien menos educación demuestra y quien más critica al prójimo con viperina lengua.
En otras ocasiones me comenta que también le gustaría, si no constructor, ser al menos concejal o alcalde, “pero con estudios, eh, que a mí no me van a pillar”, para conducir un Lamborghini, vivir en una mansión y tener cuatro o cinco de repuesto, y ya de paso, dada su posición en el Ayuntamiento, echar un cable a la familia y a los amigos.
1 comentario:
Muy acertados los enlaces de texto a las fotografías. Tu vecino es un prototipo de hombre del futuro, y vaya si tiene futuro, va por el buen camino. :)
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