01 febrero 2011

Materialismo

En este objeto están cifradas las dos acepciones del término materialismo.

Frente al materialismo1, defendido por los ateos y rechazado de plano por los creyentes y los escépticos, los representantes y portavoces de los sistemas religiosos practican un
obsceno e irrefrenable materialismo2.

4 comentarios:

Arenas dijo...

Además, ya se las han ingeniado ellos durante siglos para denostar el término y eliminar, hasta la casi desaparición, la primera acepción. Hoy, cuando le dices a alguien que eres materialista en lo único que piensa es en el segundo significado...
;-)* -6d

ed.expunctor dijo...

Pues sí, lo cual demuestra la ignorancia en la que vive el común de los mortales, que para dos significados que tiene el término "materialismo" sólo conocen el propagado por el pensamiento idealista. Y esto es bastante significativo: la ocultación del significado de las palabras. Suena a cierta obra distópica de cuyo nombre no quiero acordarme...

5-D*

Arenas dijo...

Arenas dijo...

¿Sabes que le estoy dando vueltas a un asunto en el que están implicados distopía y religión? La verdad es que no lo había asociado con Orwell, pero ¡es lo que llevan haciendo miles de años! Nuestra vinculación con el lenguaje es tan fuerte que pueden eliminar de nosotros ciertos "deseos" con sólo ocultar y borrar la palabra que los designa, que les da nombre... Esa era la tesis de esta distopía que citas, y parece que está basada en la realidad de miles de años de opresión fascistorreligiosa.
;-)*

ed.expunctor dijo...

En ese sentido ocurre, por ejemplo, con la palabra perfección. No se sabe por qué ni desde cuándo, el hombre aspira a la perfección, y casualmente lo que se entiende por perfeccionar es algo que atenta contra la propia naturaleza del hombre, pues si el hombre tiene que perfeccionarse quiere decir que el hombre, no ya es que sea imperfecto, sino que no está acabado: ¡la necesidad de perfección implica aceptar que el hombre es una obra inacabada que necesita acabarse! ¿Y con qué se completa? Con el... camino de perfección.

La perfección, que sólo se puede predicar de las creaciones humanas, que están más o menos acabadas, se ha extendido al propio ser humano bajo el entendimiento de que éste es una creación que debe mejorarse a sí misma. Lo cual, por lo demás, implica que el creador sería un chapucero.

Quizá por eso dije una vez que yo soy perfecto: cuando me caigo, me pego unas hostias perfectas, inmejorables, y mis dientes se rompen de forma magnífica y sublime contra el bordillo de la acera, dejando una marca circular perfecta.

4-D*