29 mayo 2006

Consejos para estudiantes de biblioteca

Biblioteca Nebrija. Nueve y cuarto de la mañana. Sala centro, lateral izquierdo. Cinco o seis personas y yo. Llevo media hora leyendo y, de pronto, viene una chica acelerada mirando de un lado a otro. La chica deja la carpeta en un sitio y se asoma, velozmente, observando los demás sitios. Vuelve a su carpeta.

-Seguro que lo hace -me digo. Y lo hace. En pie, comienza a sacar folios.

-Seguro que guarda dos o tres de sitios para las amigas -me dice mi otro yo.

-No estés tan seguro -me respondo cuando veo los kilos de folios que lleva entre manos-. Te vas a quedar corto.

No dos ni tres, ni siquiera cinco: ocho sitios ocho son los que ‘reserva’ distribuyendo bloques de folios y esparciéndolos como si ahí ya hubiera alguien. De hecho, cogió un libro de una estantería porque, aun con todos los folios que llevaba, le faltó algún tipo de material para 'reservar’ un sitio más, y lo abrió sin ningún tipo de cortesía. Y se fue.

No sé por qué, pero este tipo de escenas me repugnan (curiosamente en la Carta de derechos de la biblioteca figura No reservar puestos de lectura a terceros). A los dos minutos ya pasaban algunos chavales buscando sitio, pero... Ya estaba todo ‘ocupado’. La cuestión es que la gente que pasaba buscando un sitio donde estudiar miraba esos folios, hacía un gesto con la boca, un rictus que decía ‘joder’ (a ellos, por lo que se ve, también les repugna; quizá a ti también cuando te has visto en la misma situación), y seguían, dubitativos, en busca de algún otro sitio, sabiendo que esos sitios alguien los había ‘reservado’ para otros que llegarían, quién sabe, quizá después de desayunar.

Pues sí, por lo menos. Porque cuando yo me fui de la biblioteca a las once menos cinco, los folios seguían allí, muertos de espanto, bostezando, aburridos. Y el libro pedía a gritos que alguien lo colocase en la estantería junto a sus hermanos, así que no tuve más remedio que cogerlo y enfundarlo en su sitio. Me pareció escuchar un gemido semejante al provocado por un orgasmo de papel.

En este asunto yo siempre lo he tenido claro. Por eso cuando voy a la biblioteca llevo reloj. Entro a la hora que sea, aunque estemos a quince de junio, y busco, precisamente, esos sitios donde hay folios, fotocopias o algún libro abierto. Me siento en uno y localizo dos o tres más a mi alrededor. Es en ese momento cuando entra en juego el reloj. Hay que mirar la hora. Y a estudiar. Si el ocupante llega antes de media hora, me levanto y me voy a alguno de los otros sitios que tengo localizado, sin ningún problema. Si llega después de los treinta minutos de rigor (pero de rigor de reglamento, que así figura en las normas de la biblioteca; es un dato interesante, sobre todo para la gente que va a estudiar y se encuentra con invasiones fantasmas de gente ausente que colapsa los sitios vacíos: “Cuando un usuario deja su puesto de estudio para comer o descansar durante más de media hora, debe dejar su puesto libre a fin de permitir a otro usuario poder hacer uso de él”), el sitio es mío.

- Oye, que yo estaba aquí.

- ¿Aquí? Yo llevo aquí cuarenta y cinco minutos.

- ¿Y?

- Pregúntale a la bibliotecaria... De todos modos allí tienes otro sitio que lleva libre tres cuartos de hora.

Hay quien se va pensando ‘vaya cabrón’. Bueno. Hay mucha gente a la que le da corte eso de sentarse en un sitio vacío ocupado (sentarse en un oxímoron); de hecho alguna vez he hablado de este tema con compañeros y me dicen que les da vergüenza. Vergüenza le tendría que dar a quien, sin estar, ocupa un lugar.

2 comentarios:

Julio Soler dijo...

Yo mas de una vez he llegao a la Nebrija...y zas! todo lleno de folios y m los kedo mirando...a ver si les pegara fuego con la vista...xo nada..

Lo gracioso ke m paso un dia fue en la biblioteca general de espinardo en la 2ª planta...una de las mesas de 8 del fondo... son las 8.30 y llegamos mi compañero y yo a estudiar...y lo tipico...t sientas en una eskina y dejas las cosas en el asiento de al lado... pues nada..al rato llega una imbecil (suelen ser mujeres las ke hacen estos actos) y se pone a coger sitio en el otro lado de la mesa...ke son 4 sitios y aparte los 4 sitios de la mesa de detras....yo pensando..joder pos como venga tanta gente...veremos a ver... pues a las 20.30 de la noche cuando m iba NO HABIA VENIDO NI UNA PUTA PERSONA! la guarra pillaba sitio pa ke no se sentara nadie y nadie la molestara! y encima nos dijo ke nos cayaramos un par de veces! o_O m tendria ke haber levantao y haberselo dicho a la de la biblioteca ke esa zorra estaba cogiendo sitio y no ha venio nadie!!

En fin...cuando vaya a estudiar...veremos a ver..menos mal ke donde voy no hay nadie...ke sino...xD toy yo solo! g0g00g0g

ed.expunctor dijo...

Muy buenas, Julio. Lo de la tía esa ya es demasiado... Pa' pegarle fuego a ella, desde luego. Hay que ser egoísta y desconsiderada, por no decir hijadeputa y cabrona.
Estudiar solo es lo mejor, de eso no hay duda. Yo normalmente estudio en mi kelo, aunque de vez en cuando te dan ganas de subir con un lanzallamas a casa de algún vecino... Pero cuando voy a la biblioteca no me corto un duro y me siento en un buen sitio de esos ocupados en los que sólo hay folios; si todo el mundo lo hiciese los 'reservadores' irían cada vez 'reservando' menos sitios de ésos vacíos ocupados.
Salud!