Regreso al pasado

Murcia. Año 1908. Tranvía.

Murcia. Año 2006. Leo hoy (aunque 'hoy' se ha convertido en 'ayer' mientras escribía esto) en el periódico Nueva Línea: “La Junta de Gobierno aprobó ayer la convocatoria pública para la instalación experimental del primer tramo [de tranvía], que se pondrá en funcionamiento en 2007”. Este primer tramó “unirá La Redonda, a la altura de Emuasa, y el cruce con la salida a la autovía de Alicante”. A partir de ayer (aunque 'ayer' se ha conertido en 'anteayer' mientras escribía esto) hay “un plazo de 40 días para presentar ofertas”. Sánchez Carrillo, el concejal de Fomento, dice que “para enseñar a los murcianos las bondades de este medio, que es rápido, económico y no contaminante” será, dice el periódico, “gratuito durante estos meses de fase experimental”. Y dicen en laeconomia.com que ese primer tramo va a costar 70 millones de euros.

Bien. Lo primero que me llama la atención es que un tranvía sea experimental, o sea, se hacen las obras (más obras. Quizá haya que destruir algunas de las obras que ya estaban acabadas...), se instala el tranvía y... ¿se quita si no sale bien el experimento o si no nos gusta a los murcianos? ¿Y los 70 millones de euros? ¿Se gastan otros tantos en quitarlo? Que no se trata de un cepillo de dientes, pisha (como dice mi amigo M2), sino de un tranvía. Entonces, ¿para qué hablar de experimento? Evidentemente, una vez hecho se quedará.

Sin embargo, en Murcia YA HUBO TRANVÍA. Yo tengo en mi casa una foto de la Murcia de principios de siglo, y HABÍA TRANVÍA EN EL AÑO 1908. Así me gustan las películas: regreso al pasado. Sólo falta que el proyecto incluya un apartado en el que se contemple que la empresa a la que se adjudique la obra tenga la obligación de pintar la ciudad en blanco y negro. Dentro de poco van a quitar los autobuses urbanos y van a poner carromatos tirados por caballos. Levantarán el asfalto para hacer caminos de tierra. Martin McFly tenía un Delorian en 1985 o por ahí para ir al futuro. Nosotros vamos a tener un tranvía para ir al pasado.

De modo que al gran problema de tráfico que hay ahora mismo con sólo coches y autobuses se va a unir el tranvía. El Apocalipsis se nos va a quedar pequeño, allí donde dice que los muertos resucitarán y que todos acudirán a la presencia de Dios para ser juzgados. Seguro que todos los muertos del Apocalipsis no tendrán que esperar tanto como nosotros en los atascos.

Por otro lado, el hecho de que sea “gratuito” durante “estos primeros meses” (¿cuántos meses? Nadie lo dice) a mí, personalmente, me huele mal. Qué quieren que les diga. En este mundo nadie regala nada. Luego pasa como les ocurre a los que invirtieron en el Forum-Filatélico y en Afinsa. Ya lo dicen los refranes, que de eso el pueblo sabe mucho: “quien mucho te regala, más te quitará” y “A caballo regalado, mírale hasta las muelas del juicio y más allá de la tráquea”.

El metro, señores, el metro. Que sí, que costará quinientas mil veces más que el tranvía, pero tiene futuro, es una inversión para todos los ciudadanos de Murcia, que como dice Silvestre Pardo, “ciudades más pequeñas los tienen ya, véase el caso de Bilbao, y creo que Murcia con una población de 400.000 habitantes y un área metropolitana de más de 600.000 debería tenerlo”.

En laeconomía.com señalan las objeciones que se alegan contra el metro: “Dos motivos lo apartan de los planes municipales. En primer lugar el económico, ya que cada tramo subterráneo resulta mucho más caro que en la superficie. El segundo impedimento es el subsuelo de la ciudad, poco adecuado para estas obras. Sus características encarecerían extraordinariamente la construcción de un suburbano”. Pues lo que decía: el dinero. Con el tema del agua no les importaba el dinero que cuesta hacer el trasvase ese de envergadura faraónica, un importe que, si no recuerdo mal, ascendía a unos 4.200 millones de euros. Aunque quizá todo es por dar la brasa, para variar, tanto unos como otros. En fin. El tiempo, como siempre, dirá.