Iba yo esta mañana andando hacia la Universidad y he tomado el callejón de siempre, ése que está justo al lado del Bulevar Cetina, se mete hacia el hotel La Huertanica y sale, si giras a la derecha, a la calle Correos a la altura de una floristería. Delante de mí iban juntas dos señoras mayores y delante de ellas otra. Como no tenía especial prisa andaba despacio, he adelantado a las dos que iban juntas, que iban muy lentas, algo lógico, pero no a la otra, que quedaba aún a unos metros de mí, aunque poco a poco me he ido acercando cada vez más. Total, que al doblar la esquina del callejón he visto en el suelo un billete de 5 €, pero la vieja que iba delante, ya apenas a un metro, enclenque y huesuda, de andares dificultosos, también lo ha visto, y no sería yo capaz de describir la habilidad de esta señora para lanzarse al suelo a cogerlo. Cualquiera diría que la señora tenía unos 65 años... ¡Qué flexibilidad, señores! Yo hubiese tardado el doble en agacharme a recoger el billete, pero ella... ¡Qué elasticidad, qué rapidez desmesurada, qué reflejos incontenibles! Se ha doblado sobre sí misma cual feto en vientre materno, quedando su cuerpo hecho una bola sobre el billete en cuestión, que ha cogido como haciéndose la despistada. Yo me he quedado flipado con esta tipa.
–Esta mujer hoy ha triunfado –me he ido pensando yo–. Para una vez que no adelanto, yo que casi siempre camino rápido, y había un billete doblado esperando a la vuelta de la esquina, así, literalmente.
Pero no por ello ha dejado la Fortuna de sonreírme. Cuando he ido a la cantina a tomarme un cafelito me he encontrado un céntimo en el suelo, y he pensado:
– Polvo eres y en polvo te convertirás. Ahí te quedas, que me duele la espalda y paso de agacharme. Pero entonces me he acordado de la increíble e inverosímil pero verdadera flexibilidad de la señora y no he tenido más remedio que agacharme a recogerlo, pensando que sería algún tipo de augurio.
Al salir de la cantina he cogido la revista Go! (Guía de Ocio) y hojeándola me he encontrado con esta página:
A las dos horas o así he ido a tomarme otro café y al sacar el dinero del monedero se me ha caído el céntimo al suelo. No ha habido más cojones que agacharse a recogerlo, vista la sucesión neofantástica de sucesos acontecidos a lo largo de la mañana.
Nunca he ido, pero quizá hoy debería ir al casino.
1 comentario:
:D Vaya, ¡Nos nombran en la Revista ECHO de la facultad! Que le vamos a hacer, me encanta buscarme en el google y aparecer.
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