Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde cama, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.
1 comentario:
Estamos esperando todos cierto romance que estabas escribiendo ¿no? Vamos a ver si no nos dormimos en los laureles capquianos que la creación literaria no espera a nadie.
Comprendo que tengas poca prisa, porque como todos, tendrás que esperar a morirte para hacerte famoso, pero vamos, un respeto a los que estamos esperando :D
Un saludo tio...
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