O cómo construir la corrupción. Hacemos honor a nuestra esencia humana -corrupta por naturaleza- y mediante un doble movimiento vertical descendente institucionalizamos la corrupción.
El primer movimiento es ejecutarla, corromperse, venderse, prostituirse corruptivamente, edificar el vicio, viciar el edificio. Este primer momento pertenece a la cúspide de la pirámide.
El segundo movimiento es aceptarla, acariciarla, alabar su larva sin lavarla y potenciarla afirmándola, restándole toda importancia. Este segundo momento corresponde a la base de la pirámide.
Una vez ejecutada por los de arriba y aceptada por los de abajo, nos declaramos orgullosos corruptos sin fronteras: queremos decir que no sabemos ni dónde ni cuándo comenzamos a corrompernos, pero que sí sabemos que hemos institucionalizado el ser-corrupto-aquí-y-ahora.
2 comentarios:
La pena es que a estos corruptos no se les pudiera detecar con algún aparatito, para poder poner a buen recaudo antes de que hicieron algunas de las suyas: edificar en terrenos virgen, recalificar hasta las bragas de su madre, contaminar y mirar para otro lado, etc, etc. La corrupción como apuntas es universal, cósmica, e interplanetaria, lo más probable que también en el más allá nuestra alma inmortal siga corrompiéndose por obra u omisiòn...
Existe un experimento muy cruel que se realizó en Perros.
Se sitúa un perro a un lado de una linea, y se le dan descargas eléctricas hasta que cruza al otro lado. Se esperan unos minutos y se repite el proceso.
El principio el animal, cambia de lado cada vez que recibe una descarga, pero al final se queda en el mismo lado, haya descargas o no, en un proceso mental que se podría definir como "hacer lo que os de la gana cojones, y dejadme ya".
Igual que nosotros con la política y la corrupción. Cada lado es un partido político, la descarga es la corrupción, y el perro somos nosotros, que al final sabemos que votemos a quien votemos, van a ser unos corruptos, así que decimos:"hacer lo que os de la gana cojones, y dejadme ya".
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