Aquel matrimonio se oponía enérgicamente a los matrimonios entre homosexuales, y así lo expresaba a voz en grito cada vez que se terciaba la ocasión, y aunque no se terciase. Marido y mujer defendían sus principios matrimoniales con tanto ahínco que fundaron la Asociación de Defensa de la Familia Heterosexual Pura, de ámbito nacional, mediante la que organizaban múltiples manifestaciones para hacer pública su postura. Proclamaban los dos ante los micrófonos de los periodistas que no puede haber matrimonios homosexuales, porque el matrimonio por definición es heterosexual.
-Sin embargo -replicó uno de los periodistas-, la existencia de matrimonios homosexuales es un hecho reconocido socialmente, al igual que la de matrimonios homónimos y la de matrimonios homófobos.
-¡De ninguna manera! -objetó el marido, airado e indignado-. Nada de eso existe. Son todos esos matrimonios que usted menciona los que están destruyendo la familia.
Al día siguiente, los titulares y subtitulares de los periódicos rezaban:
EL MATRIMONIO, EL APOCALIPSIS DE LA FAMILIA
El matrimonio fundador de la Asociación de Defensa de la Familia Heterosexual Pura reconoce que, a pesar de su inexistencia, ellos y sus socios están implicados en el proceso de destrucción de la familia, pero también hace responsables e inexistentes a los matrimonios homosexuales y a los matrimonios homónimos.
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