Ay, Judas... Cuántos disfraces en tu armario.
Yo soy sincero: te advierto y te prevengo.
Advertencia: me das muchísimo asco.
Prevención: no te me acerques demasiado,
porque el asco que siento es tanto, tantísimo,
que seré incapaz de contener el vómito
sobre tu falda negra y tu pelo ajado.
1 comentario:
No quisiera ser frívola ni condescendiente. No escribo por pasar la mano o enjabonar.
Te cambio tu falda por un pantalón y me siento tras de ti mientras afilo mi cuchillo, menos sutil que el tuyo.
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