No tardó ni medio segundo en darse cuenta de que había metido la pata hasta el fondo. Ni siquiera sintió la necesidad de comprobarlo, pues de todas formas no habría podido solucionar absolutamente nada.
Fue por eso que apenas se paró más del tiempo necesario para encenderse un cigarro, sin dignarse a mirar a su alrededor, indiferente a la gente que lo miraba, mientras sacaba la pierna de aquel agujero de cincuenta centímetros de profundidad, aquel agujero que no parecía más que un mínimo charco.
5 comentarios:
Meter la pata, es sano,y de gente normal.
mem.
Ah!! veo que andamos ocupados.Ya no se responde con la misma celeridad. celeridad???
mem.
Siempre intenté emular la rigidez facial y la lividez sanguinea de aquel que, habiendo metido la pata, es capaz de encenderse ese cigarrillo volviendo envidia palpable lo que en un principio es mofa insegura...
Sencillo, claro, bonito, peazo de charco.
Mem-- Celeridad, no: acelerizamientamiento.
Duckland-- ¿Intentaste emularlo? ¿Lo conseguiste? A mí a veces me sale, pero otras no hay forma, me pongo nervioso y se me acaba cayendo el tabaco al charco. XDDD
tiene desglose,o mejor dicho....desgloserizamientamiento.
XDDD.
mem.
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