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[José Saramago: As Intermitências da Morte] |
«El estado intentará sobrevivir, aunque dudo mucho de que lo consiga, pero la iglesia, La iglesia, señor primer ministro, se habituó de tal manera a las respuestas eternas que no puedo imaginarla dando otras, Aunque la realidad las contradiga, Desde el principio no hemos hecho otra cosa que contradecir la realidad, y aquí estamos, Qué dirá el papa, Si yo lo fuese, dios me perdone la estulta vanidad de pensarme tal, mandaría poner inmediatamente en circulación una nueva tesis, la de la muerte retardada, Sin más explicaciones, A la iglesia nunca se le pidió que explicase nada, nuestra otra especialidad, además de la balística, ha sido neutralizar, por la fe, el espíritu curioso [...]»
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