Expuesta, casi fiesta,
casi venus perpetua.
Tu cuerpo se insinúa
de la luz a la sombra,
funámbula en el agua
cálida y tentadora,
pura mujer primera
que bailas la postrera
danza en la piscina.
Quieta, casi desnuda,
apoyada en la esquina,
tan cómoda suspiras
hacia el cielo y me miras
con los ojos cerrados
y con la boca abierta,
hecha toda destellos,
hecha toda planetas
que se mueven despacio
entre luz y entre sombra,
y que ahora se esconden,
y que ahora deslumbran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario