28 julio 2006

La frase y la historia de siempre

La frase

D.- Te puedes tatuar todo lo que quieras, pero lo que no puedes es tatuarte la cara de una tía...

La historia de siempre

O.- Tomamos algo en el Togo, papeo y unas cervezas y ya está que mañana tengo que madrugar, así que a las once y media o las doce me voy a mi casa. Bueno, si acaso me tomo una. [...]

P.- No, yo una y ya está que mañana tengo un examen y no puedo [...]

D.- Bueno, a mí me da igual, una o dos, mañana no tengo nada.

[...]

En El albergue:

O.- Venga, vamos a tomarnos otra y ya está.

P.- Bueno, pero sólo una más, que yo tengo el examen...

D.- Nada, pues pido otra ronda en cuanto me acabe ésta.

[...]

En El café del sol, después de cuatro copas, a las tres de la mañana:

O., al camarero.- Perdona, ¿sabes si el B12 está abierto?

El camarero.- No, está cerrado hasta septiembre (...)

O.- Si nos pedimos otra más... ¿molestamos?

Total, que ya estaban cerrando y aunque no nos dijo que no, vimos que no era plan, así que nos invitó a un José Cuervo y nos fuimos a otro sitio, donde cayó la última, aunque P., como tenía el examen, no se la tomó.

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