El 9 de septiembre de 1898 murió Stéphane Mallarmé, poeta francés simbolista cuyos poemas nos siguen asombrando y ante cuya obra no tenemos más remedio que quitarnos el sombrero y brindar:
Nada, esta espuma, virgen verso
Que tan sólo designa la copa;
Tal se hunde lejos una tropa
De sirenas toda al revés.
Nosotros navegamos, oh
Amigos, yo ya en la popa,
Vosotros proa fastuosa que corta
La ola de rayos y de inviernos;
Gran embriaguez me embarga
Y no temo el balanceo
Al lanzaros de pie este saludo.
Soledad, arrecife, estrella
Qué nos importa el valor
Del blanco afán de nuestra tela.
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