[Hjalmar Söderberg: Doctor Glas] |
«No, las estrellas no pueden congratularse de que gozan de la popularidad de antaño. Mientras se creía que el destino dependía de ellas, se las temía pero se las quería y adoraba. Y cuando éramos niños, desde luego, todos creíamos que eran bonitas lucecitas que Dios encendía para divertirnos, y que nos guiñaban el ojo a nosotros. Pero ahora que sabemos algo más de ellas, nos están resultando un constante y penoso y ofensivo recuerdo de nuestra insignificancia.»
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