Señores, señoras: otro año más el Estado le regala 160 millones de euros a la iglesia católica. El Diario del Vaticano se hace eco del abono: “El Estado abonará a la Iglesia 160 millones de euros en 2011 como avance de la asignación tributaria”. Como avance.
Pero esto es sólo una pequeña parte del abono con que España cultiva, cuida a la iglesia: el mismo Diario se congratula de que el Gobierno español destine 100 millones de euros a promocionar el “año santo”, sin contar con toda una serie (inconcebible) de beneficios fiscales.
A esa minúscula porción de abono se han de añadir otras muchas porciones de abono que, en conjunto, configuran sin duda una enorme montaña de abono*.
¿Alguien sabe cuánto dinero se regala en España, en total, a la iglesia católica al año? Es por curiosidad, para fomentar el asombro de los ciudadanos. Yo, así, a ojo, calculo unos... ¿2000 millones de euros anuales? Aunque es muy probable que me quede corto en la estimación...
FIRMA CONTRA LA FINANCIACIÓN DE LAS IGLESIAS POR EL ESTADO
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*En cualquier caso, el abono, aun teniendo un componente ineludible de mierda, contribuye al crecimiento de las plantas, de los vegetales. Y de lo que se trata, señores, es de que ese vegetal que sólo absorbe oxígeno y que sólo emite dióxido de carbono y cianuro deje de contaminarnos y de infectarnos, porque sus efectos corrosivos son altamente inflamables y expansivos. Queman y aniquilan el cerebro de las personas, que pasan su existencia creyendo en cuentos y en irrealidades, e incluso quienes creen que no creen tienen un lastre insoslayable que les garantiza una ceguera vital de la que difícilmente escaparán. Esto significa -no se ofendan- que es muy probable que ustedes estén altamente afectados por la ceguera que impone y generaliza la religión, cuya mentira es tan grande, tan enorme, tan inconmensurable que, aun teniéndola delante, no pueden verla, porque no sólo la tienen a la vista, sino que la tienen interiorizada, asumida, normalizada, y afecta a todos los ámbitos de su vida.
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