Estos días lo que más se busca por internet es el valor del voto: la gente quiere saber qué implicaciones y consecuencias va a tener su voto en estos tres casos: voto en blanco, voto nulo o abstención.
En España se viven días efervescentes y quizá -sólo quizá- las elecciones sirvan, por una vez, para algo: para poner de manifiesto de una forma tajante la indignación generalizada de la sociedad, el rechazo radical a todos los políticos que gobiernan como amos -no como servidores o representantes- de los ciudadanos-esclavos. Pero sólo para eso: quizá lo ponga de manifiesto.
Sin embargo el sistema está extraordinariamente perfeccionado y, bajo su rúbrica democrática, se autolegitima con el acto de votar y con su contrario: votas o te abstienes, en cualquier caso ejerces tu derecho; el día 22-M de madrugada los medios de incomunicación del sistema darán los resultados del recuento y habrá nuevos o los mismos gobiernos, nuevas o las mismas oposiciones y los mismos viejos políticos que harán lo mismo de igual o distinta forma.
No es que yo sea pesimista. Soy realista: el sistema lo tiene todo previsto.
Salvo la guillotina.
Pero luego vuelve a ponerse en marcha...
En cualquier caso, y sea cual sea el resultado, vale la pena participar, reivindicar, comunicar, fomentar, favorecer un movimiento contra los dueños del poder y del dinero -las multinacionales, los bancos, etc.-, sus instrumentos -los medios de comunicación- y sus siervos -los políticos-, y a favor de los ciudadanos -las personas, concretas, individuales-.
En España se viven días efervescentes y quizá -sólo quizá- las elecciones sirvan, por una vez, para algo: para poner de manifiesto de una forma tajante la indignación generalizada de la sociedad, el rechazo radical a todos los políticos que gobiernan como amos -no como servidores o representantes- de los ciudadanos-esclavos. Pero sólo para eso: quizá lo ponga de manifiesto.
Sin embargo el sistema está extraordinariamente perfeccionado y, bajo su rúbrica democrática, se autolegitima con el acto de votar y con su contrario: votas o te abstienes, en cualquier caso ejerces tu derecho; el día 22-M de madrugada los medios de incomunicación del sistema darán los resultados del recuento y habrá nuevos o los mismos gobiernos, nuevas o las mismas oposiciones y los mismos viejos políticos que harán lo mismo de igual o distinta forma.
No es que yo sea pesimista. Soy realista: el sistema lo tiene todo previsto.
Salvo la guillotina.
Pero luego vuelve a ponerse en marcha...
En cualquier caso, y sea cual sea el resultado, vale la pena participar, reivindicar, comunicar, fomentar, favorecer un movimiento contra los dueños del poder y del dinero -las multinacionales, los bancos, etc.-, sus instrumentos -los medios de comunicación- y sus siervos -los políticos-, y a favor de los ciudadanos -las personas, concretas, individuales-.
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