Ufffff... Si es que no te puedes fiar de nadie, joder, ya me lo decía mi padre, que si quieres las cosas bien hechas las hagas tú mismo, porque cuánto inútil hay por ahí suelto, mira que no saber ni doblarlo bien... Uffff... Cómo se acerca, a qué velocidad se me viene encima, Dios... Tranquilízate, tranquílate, tranqui, tronco... Uffff... Por lo menos voy a disfrutar de esto, es como si estuviese haciendo puenting, así que relájate y no pienses en quién ha sido el hijo de puta que ha doblado el paracaídas, porque quizá descubras que has sido tú mismo, gilipollas.
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