—... Si es que mira cómo salen hoy los jóvenes a la calle... Mira ése, qué pantalones lleva, todo rotos por los bajos y enseñando los calzones, ¿será posible...? Y mira qué pelo lleva ése, ¿tú te crees...? Y si no la muchacha que pasó hace un rato, con los pantalones pegados, rotos y descoloridos, y enseñando las bragas... No sé cómo no les da vergüenza salir así a la calle... Y mira aquél, con trenzas mal hechas y un pin en la ceja... —le decía ella a su vecina Maruja.
Con la cabeza llena de rulos, la bata y las zapatillas de estar por casa, se pasaban las tardes en la calle analizando las maneras de vestir de la gente.
2 comentarios:
tanto monta, monta tanto
el otro día en el super al coger un carrito de la compra la que iba delante mío se agachó y me mostró la tanga y sus morbideces blancas que se desparramaban por un pantalón vaquero incapaz de retener tal volúmen de carne y lo pasé realmente mal..fue casi una violación visual..
Otra tribu urbana... XDDD
Publicar un comentario