23 enero 2011

Glória, ou como Penélope morreu de tédio (Cláudia Lucas Chéu). Teatro Dona Maria II

interpretado por Albano Jerónimo
23/enero/2011
en Teatro Dona Maria II (Lisboa)

Espera, deseo y... locura


4 comentarios:

Arenas dijo...

¿Penélope era interpretado por un hombre? Sería interesante invertir los roles. ;-)

ed.expunctor dijo...

No, el protagonista es Pathos, pero, si no me he enterado mal, es el hijo, aunque hace también como su madre, yo creo que tanto tiempo de espera ha hecho que se le vaya la olla, tiene una confusión de personalidades. Su padre se llama Maria Glória, según dice con frecuencia, pero también dice que ése es el nombre de su madre. Hay un conflicto muy gordo con el padre, con los pretendientes (120), con las doce mujeres que enumera: Mafalda, Ariadna, Juana..., y Lola, que era perfecta. Pero están en el mar..., y él se dedica a tejer mientras espera y desea, pero en la espera y en el deseo ha perdido la cabeza y tiene, al menos, un par de personalidades.
Aunque igual no me he enterado de nada, porque era en portugués y, ciertamente, hay cosas que no he entendido, mas pronto, mais ou menos...

Arenas dijo...

Todo eso me suena. Es decir, es muy habitual esa interpretación del mito. Hay muchas obras en el teatro del s. XX donde los grandes héroes y heroínas del pasado mítico se presentan con diferentes problemas de transtorno de personalidad. Creo recordar por lo menos dos obras, una sobre Edipo y otra sobre Orestes-Electra...
;-)

ed.expunctor dijo...

Sí, pues tengo que leer alguna de esas que dices. Lo cierto es que da mucho juego en ese sentido. Me imagino a Edipo: un tipo que mató a su padre sin saber que era su padre y se casó con su madre sin saberlo, y para purgarse un poco se arranca los ojos cuando su madre se suicida, después de haberse buscado a sí mismo por matar a su padre sin saber que era a sí mismo a quien buscaba, en fin, un poco loco sí que tiene que quedarse, así que me lo imagino en un monólogo de hora y media con un trastorno bipolar obsesivo-compulsivo, esquizofrenia aguda-psicotrópica y unos cuantos tics nerviosos, incluso me lo puedo imaginar creyéndose Orestes para sentirse relativamente mejor.

Es que la liaban parda estos trágicos griegos...

"Haciendo tales imprecaciones una y otra vez -que no una sola-, se iba golpeando los ojos con los broches. Las pupilas ensangrentadas teñían las mejillas y no destilaban gotas chorreantes de sangre, sino que todo se mojaba con una negra lluvia y granizada de sangre."