Voy a reivindicar el cielo:
lo reivindico.
Reivindico el cielo
con todas sus estrellas y con todas sus...
¿Pero qué es el cielo?
Porque si es el cielo
esa esfera aparente azul
y diáfana que rodea la Tierra,
entonces el cielo no tiene estrellas
y ni siquera la luna pertenece al cielo,
sino al cosmos, al universo,
pues nuestro cielo es tan limitado,
tan pequeño, tan minúsculo,
tan poquita cosa, tan ridículo,
nuestro cielo,
apenas un cúmulo de gases,
pero tan bellos...,
hecho todo de átomos
el cielo entero.
Así visto es poco poético
este cielo nuestro.
¿Cómo atribuirle infinitud,
cómo decirle ilimitado?
Tan poquita cosa,
pero nuestro, el cielo,
¡al menos de momento!,
aunque lo vayamos rompiendo.
Pero no importa: después
nosotros seremos el cielo,
¡y la tierra, y el universo!,
y nos seguirán rompiendo.
Pero no importa: después
ellos serán el cielo...
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