He eliminado un comentario del blog, justo ése que se puede ver unas líneas más abajo, por varias razones. La primera, lógica: eso no es un comentario. La segunda, estética: ninguna de las entradas que se muestran en la página tenía un comentario, y éste me rompía la estética del 0, aunque resulta que Jony y Kike me han dejado un par de comentarios y me han estropeado la estética del cero, pero sí que son comentarios. La tercera, económica: al suprimirlo me evitaba tener que responder al comentario haciendo control+c, control+v: “Saludos, te invito a leer mi blog”, y control+c en la barra de direcciones y control+v en el comentario: “http://elburdeldeldelirio.blogspot.com”, y poniendo el vínculo, que me enseñó Jony. La cuarta, secreta. La quinta, incógnita. La sexta, etcétera.
Aquí está el comentario. El “blablabla” es cosa mía. Ahí iba el nombre del blog al que me invitaban, pero amablemente declino la invitación: nominativo invitatio, invitationes; vocativo invitatio, invitationes; acusativo invitationem, invitationes; genitivo invitationis, invitationum; dativo invitationi, invitationibus; ablativo invitatione, invitationibus.
1 comentario:
Ya ves ... que triste tener que hacer eso para que alguien lea tu blog. Sobre todo porque un blog debería escribirse sin pensar en quien te pueda leer.
Siento estropearte con mis comentarios la belleza del cero, pero el hecho que que la cerveza date del 3500 a.C. y el cero del siglo IX d.C. te dará una idea de lo que es realmente importante en la vida. Así, por un lado, te quito el cero, y por otro te invito a una cerveza, que me beberé yo porque a ti lo que te gusta es la Fanta de limón. Será porque una Fanta de limón suponen "cero cervezas".
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