Asistimos a un conflicto bastante serio en
la ciudad de Murcia en los últimos meses, aunque más que conflicto es otra
jugarreta de los políticos a una parte importante de ciudadanos con el fin de
obtener un beneficio personal, no general.
Desde hace 30 años
se reclama, por parte de los vecinos del sur de Murcia, el soterramiento de las
vías del tren, que atraviesan la ciudad y dividen sus barrios. Sin embargo, lo
que era una reclamación para que se
soterrasen estas vías, se convierte ahora en una exigencia para que, se haga lo que se haga, ni se levante un muro
ni se instale una catenaria: un muro que físicamente dividirá estos barrios y
dificultará a algunos vecinos e imposibilitará a otros pasar al otro lado de
las vías, aunque el hecho es que el muro ya se está levantando, y se están
instalando los postes de la catenaria que conducirá 25000 voltios y que pasa
junto a casas, parques y colegios.
Asistimos a una
muestra de la ineficacia y, lo que es peor, de la indiferencia de las
administraciones públicas y de las corporaciones locales para gestionar de
forma respetuosa e igualitaria las infraestructuras de la ciudad de Murcia:
mientras que en el norte se instaló
un tranvía para llevar a los vecinos
de la zona hasta los centros comerciales, la universidad pública y la
universidad privada (destinos estos dos últimos sin usuarios en época de
vacaciones académicas), con un coste sumamente deficitario (el Ayuntamiento paga un millón de
euros al mes a la empresa concesionaria, y la deuda ya va por 316 millones), en
el sur no solo no llega el tranvía para unir la ciudad y llevar a los vecinos
hacia destinos más frecuentados como el Hospital de la Arrixaca, uniendo
barrios y pedanías, sino que se dificulta la vida de los habitantes hasta
extremos inauditos.
Asistimos al
desarrollo y ejecución de infraestructuras inútiles, como el aeropuerto de Corvera, en cuya
construcción se derrocharon cientos de millones (270 millones),
cuyo mantenimiento cuesta 22000 euros al día,
y que, aunque iba a ponerse en inmediato funcionamiento, lleva provisionalmente
cerrado cuatro años, con los costes de mantenimiento que supone para el
bolsillo de los murcianos (32 millones de euros en mantenimiento, de momento).
Otras maniobras con las que se ha evaporado mucho dinero público y que no han
servido para otra cosa que para enriquecer a unos pocos han sido Marina Cope, el Parque de la Paramount
(para el que pidieron 17 millones…),
la Zerrichera, Novo Carthago (donde se invitó al
aforado expresidente Valcárcel a declarar en este caso donde tres familiares
suyos estaban “investigados”), etc.
Y no olvidemos que la expansión de la ciudad de Murcia
hacia el norte les costó la imputación a unos cuantos.
Frente a estas
infraestructuras que no sirve más que a los intereses económicos de unos pocos
políticos y empresarios, se está erigiendo otra en medio de la ciudad de
Murcia: el muro de 5 metros y la catenaria de 25000 voltios para que
el AV llegue cuanto antes y, de paso, el Corredor Mediterráneo. Sin
embargo, la Plataforma Prosoterramiento, por asesoramiento de
expertos independientes, ha dado otras muchas soluciones alternativas, como una
estación provisional en Beniel o como la línea de Camarillas, con la que
el tiempo para llegar a Madrid es prácticamente el mismo que el que los
alcaldes, presidentes y ministros de turno prometen con el AVE, que en vez de
ir recto pasará por Alicante.
El partido político que impide el progreso y la modernización de
Murcia (pues la llegada de un tren no implica progreso cuando supone la
exclusión social y la marginación de doscientos mil vecinos que se quedan
encerrados al otro lado de las vías) es
el PP, que acumula una lista de 835
imputados por la comisión de diversos delitos. ¡Ochocientos treinta y cinco! Y unos de
los más recientes son el expresidente de la comunidad
y el exalcalde de la ciudad;
este partido sumaba allá por febrero más de 120 cargos y excargos
"investigados" en la Región de Murcia; en el PSOE tampoco se quedan cortos.
Pero no es de extrañar: en este país hay más de 1300 políticos imputados, y
solo 87 están en prisión. Esto es Jauja, como se ve:
¡No en vano hace solo cuatro años
llamaban a Murcia campeona de la corrupción!
Es realmente
disparatado que el partido en el gobierno pida credibilidad (véase este mapa de la corrupción en
Murcia: ¿hemos de creer a los amigos y sucesores de estos individuos?),
cuando con respecto al tema del soterramiento su discurso no ha estado
condicionado nunca por una preocupación de que la ciudad de Murcia mejore, sino
por circunstancias ajenas al interés general de la ciudad. Como ejemplo véase y
léase esta noticia de agosto de 2013 donde el expresidente Valcárcel y el
exalcalde Cámara, para enfrentarse al gobierno central, defendían que el AVE
"no puede llegar más tarde de los
calendarios previstos, es decir, a finales de2014 y principios de 2015, [a una
estación] que permita la llegada sin dividir a la ciudad",
y que, "al mismo tiempo, no hubiera ninguna
interferencia sobre el proyecto de soterramiento a su paso por los ámbitos
urbanos de Murcia". Sin
dividir la ciudad y sin interferir con el soterramiento: "debe permitir la llegada del AVE en
2015, sin por ello dividir la ciudad, porque son miles de murcianos los que
habitan la zona sur de la ciudad".
Y, sin embargo, a
ellos les da igual la destrucción y la degradación de la ciudad. Luego, si
salen los trapos sucios, los tribunales de justicia tienen que invitarlos a
declarar… Y ya si eso que declare Rita.
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