Noche del 3 de octubre,
cuando empezó el fuego
y ardieron las vías.
La poli vino a las vías
con sus escudos de plástico.La gente la mira mira.
La gente la está mirando.
En las vallas conmovido
pita un niño su silbatoy mira con extrañeza
a los polis destemplados.
Huye, muro, muro, muro.
Si vienen los infiltradosharán con tu materia
perlas de metacrilato.
Niño, déjame que encierre
a la gente de Santiagoy a los vecinos estériles
de estos parajes lejanos.
Traigo furgones y porras
para oprimir a estos barrios,
y órdenes de este gobierno
de que estos polis sonámbulos
inmóviles permanezcan
y quietos en este paso
mientras siluetas extrañas
ya me ponen bocabajo.
Huye, muro, muro, muro,
que ya huelo su propano.Niño, déjame, no pises
los deseos de mis amos.
La poli sigue parada
en el paso de Santiagomientras extraños incendian
contenedores de plástico,
le arrancan huesos al muro
y los lanzan con trabajo
para vulnerar las vías
y el tráfico ferroviario.
Los periódicos mañana
y los concejales blandos,el delegao del gobierno
y el ministro del diablo,
ricos todos, señoritos,
le echarán los guijarros
a la tenaz Plataforma,
que lleva ya treinta años
con actitud responsable
de ejemplares ciudadanos
luchando por que soterren
las vías en estos barrios,
pero luchando con paz
y sin violencia avanzando,
pero luchando con paz
y sin violencia avanzando,
y ahora lucha pa’ evitar
que encierren como a ganado
a los vecinos de Murcia,que al sur se quedan rogando
que un muro de cinco metros
no deje incomunicados
a sus niños, sus familias,
sus viejas y sus ancianos.
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