07 noviembre 2007

Conductores con instintos de perro

Entre otros comportamientos, hay uno especialmente peligroso: el de los conductores que tienen instintos de perro y que reproducen ese extraño comportamiento canino consistente en acercar el hocico propio al culo ajeno. Yo ayer tuve la mala suerte de experimentar esta perrería: íbamos adelantando y lo vi venir por el retrovisor a una velocidad considerablemente alta.

-Frena, cabrón -pensé, y se clavó justo detrás del culo de mi coche, tanto que en el retrovisor veía la cara del tipo, con sus grandes gafas de sol, y ya se puede imaginar la distancia que tenía que haber entre su coche y el mío para que yo le viese la cara perfectamente en el retrovisor, como si estuviésemos haciendo cola en un semáforo en la ciudad, con la diferencia notable de que íbamos por autovía, a la altura de Archena dirección a Murcia, a las cinco de la tarde, a 120 km/h. En cuanto pude me pasé al carril de la derecha y él salió disparado, alcanzando fácilmente los 180 km/h, que tuvo que ser la velocidad con la que lo había visto momentos antes aproximarse a mi culo.

No olvido dar datos, para aviso y prevención de conductores que puedan verlo venir por el retrovisor: fue un Mercedes C180 color negro con matrícula 8826 CBJ, cuyo conductor, como queda dicho, tiene instintos caninos y gusta de olerle el culo a tu coche. Dice el anuncio: si freno nos matamos los dos, hijoputa, pero en realidad no nos matamos los dos porque yo no me mato: en todo caso sería él quien nos mataría a los dos, aunque mejor sería que se matase él solo.


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