La violencia genérica es, como su propio nombre indica, la violencia que tiene la misma composición que una violencia específica pero que, para distinguirla de cualquier violencia específica, como podría ser la violencia física y psicológica que ejerce el marido sobre la mujer al pegarle en su casa o en la calle; decía que la violencia genérica tiene la misma composición que la específica, pero para darle menos importancia se le califica con el adjetivo “genérica”, que también puede expresarse con el sintagma preposicional “de género”: violencia de género o genérica.
Con esta denominación se oculta la realidad tras las palabras: es evidente que no es lo mismo decir “la violencia de género ha crecido” que “los delitos de agresiones físicas y psicológicas contra la mujer han crecido: de tanto puñetazo y de tanta puñalada y de tanto disparo se han inflamado”. Es claro que en el primer caso no aparecen las palabras puñetazo ni puñalada ni disparo.
Sin embargo, el legislador (léase: los políticos), en su ánimo de ser políticamente correcto y lingüísticamente eufemignorante, decidió consagrar el sintagma “violencia de género” para definir las agresiones físicas y psicológicas del hombre a su pareja, pero... ¿a quién le va a preocupar una violencia genérica, que suena casi a una violencia abstracta que sólo tiene lugar en el mundo de las ideas platónico?
Al ciudadano le preocupan las cosas concretas, específicas, no las cosas abstractas, genéricas. No es de extrañar que las campañas publicitarias encaminadas a acabar con ese tipo de violencia no tengan ningún éxito. Quizá el día que cambien la denominación empiece a cambiar la percepción del fenómeno de la violencia genérica o de género que, por cierto, suena a que sale más barata, como los medicamentos.
3 comentarios:
lo facil es meter la cabeza debajo de tierra como las avestruces así no nos sentimos mal.
llamar las cosas por su nombre "duele",más comodo mirar para otro lado.
menosesmas.
Exacto. Se esconden tras las palabras, tras los eufemismos...
Y luego, sin embargo, los juzgados se llaman "de violencia sobre la mujer".
Yo siempre he apostado por "violencia doméstica", ya que es la que se ejerce en el ámbito doméstico, familiar. Y tendría que abarcar también la violencia de la mujer contra el hombre, de los padres contras los hijos o de los hijos contra los padres, que por desgracia hay muchas en los distintos juzgados que no son de violencia contra la mujer.
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