Prenderle fuego al cigarro para aspirarlo todo:
el prendimiento, el fuego y el cigarro.
Mantenerlo todo dentro del cuerpo
saboreándolo
paladeándolo
pedaleándolo
masticándolo
hasta no soportarlo
y tener que escupirlo o vomitarlo:
el prendimiento, el fuego y el cigarro.
2 comentarios:
A mí me encanta ver el fuego, sobre todo en las velas, ver cómo se va consumiendo la cera poco a poco, da mucha tranquilidad.
También, el fuego prendido en el pábilo es hipnótico en su baile de caderas sinuoso, aunque ver cómo se derrite la cera y se consume la vela a veces me provoca un terror cercano a la agonía porque pienso que ésa podría ser la vida misma hundiéndose sobre sí misma. Pero a veces contemplar ese espectáculo es ciertamente relajante, siempre y cuando no imagine paralelismos.
Saludos.
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