Mi jerba Dana tiene una casa que, en proporción, ya quisiéramos muchos: un dúplex de lujo con todo tipo de comodidades. ¡Quién pudiera ser jerbo por un mes para disfrutar de semejante palacio! La planta de abajo está unida a la de arriba por un tubo de plástico de colores: al unir la jaula a la pecera mediante el mecanismo que se aprecia en las fotos, el espacio vital de Dana se multiplica de una forma considerable.
En la pecera de al lado, Janis y Rigodón se pasan los días olisqueando, atentos a los movimientos de su vecinita. Janis hace lo imposible por escapar de su pecera para invadir la de al lado. ¿Cuál de los dos tendrá la fortuna de compartir casa próximamente con Dana? La decisión está en trámites, y la mudanza no se postergará más allá de dos meses. Se admiten apuestas.
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