Los diluvios

Si rastreamos en la historia de los pueblos, descubrimos con mucha facilidad cómo los mismos mitos surgen en distintos lugares del mundo. Piénsese en el diluvio, un mito que encontramos en las más diversas culturas desde tiempos inmemoriales. Las que siguen son sólo un ejemplo, se podría hacer una enumeración más exhaustiva:

- Para los aztecas, todos los hombres descienden de un hombre y una mujer que sobrevivieron al “gran diluvio”.

- Según los celtas, el “mar de mares” inundó el mundo.

- Fue Visnú, la diosa de la mitología hindú, la que salvó al mundo las tres veces que se inundó.

- Para la tradición china hubo dos hombres con forma de pez que pudieron sobrevivir al diluvio.

- El mito griego dice que Zeus (o Temis, según las versiones) desencadenó su furia divina e hizo llover el diluvio sobre el mundo, dejando vivir únicamente a Decaulión, rey de Tesalia, y a Pirra, su esposa, que son los padres de la humanidad.

- En la antiquísima Mesopotamia contaban las leyendas la vida de un tipo, un tal Utunapistim, que sobrevivió al diluvio junto a su mujer y su familia: encerrados siete días en un arca, y de esta historia procede la que adoptó el cristianismo: que Noé, su mujer y su familia sobrevivieron al diluvio en el arca, y después poblaron la tierra.

Esto es sólo un ejemplo de cómo las diversas religiones se van conformando mediante diversos elementos que, unas veces, forman parte de la imaginación de la humanidad y que surgen de la necesidad folclórica de explicar, míticamente, el mundo; pero en muchas ocasiones, los elementos los toman unas de otras. Se evidencia, así, que la pertenencia a una u otra religión viene indiscutiblemente determinada por el nacimiento en un lugar concreto, y que cualquier religión que ataque a otra cae en la más férrea de las hipocresías.