29 febrero 2008

Chimeneas

Un cigarro entre los labios nos convierte en chimenea. Entre las brasas de nuestra lengua, el humo revolotea y se precipita por los conductos que desembocan en los pulmones, narguiles simétricos que van volviéndose negros al tiempo que se consume el cigarro entre nuestros labios.

Una máscara de humo danzarín cubre nuestra cara, enrojece nuestros ojos, ángel de la guarda infecto, mortífero.

La ceniza reflexiva cae despacio, nos roza la camisa e impacta contra la punta del zapato como una lágrima de barro.

Cuanto más fumamos, más se dilatan nuestras paredes, más se calientan nuestros ladrillos y más se atrancan nuestros fuelles.

Cuanto más fumamos, más chimenea somos, pero, paradójicamente, menos tiro tenemos, hasta que nos convertimos en chimenea sin resuello, sin salida, sin aliento. Chimenea sin fuego, sólo ceniza, humo, polvo.

28 febrero 2008

Rendición

No caemos como el plomo
ni como el metal estanco,
sino como caen la noche
y los murmullos sonámbulos
bajo la sábana negra
del firmamento imantado.

Caemos como cortinas
de un diluvio instantáneo,
intensa y única lluvia
la de tus labios mojados
sobre mis labios sedientos
y mi mentón insensato.

Caemos como tormentas
de cuerpos atormentados
por el ardor de las lenguas
y el resplandor de las manos,
fogosa y única ráfaga
la de tus ojos en blanco
sobre mis ojos hambrientos
y mis silencios esclavos.

No caemos como el oro
ni como el metal preciado,
sino como caen las sombras
y los susurros sonámbulos
bajo la lámpara ebria
del ciego techo embriagado.

Caemos como las lágrimas
de nuestros ojos borrachos:
se deslizan nuestros cuerpos
como el mercurio sagrado
hacia el fondo del abismo
para yacer en exhausto.

Expansión a lo divino

Nuestro cuerpo exige a veces una expansión incontenible más allá de los límites del bostezo, reclama un crecimiento infinito de nuestra medida humana para alcanzar la promesa divina.

Nos hacemos grandes, enormes, inmensos; vastos como océanos o imperios, lo abarcamos todo y nos desbordamos, inundamos con el río de nuestro ser el espacio que habitamos.

El universo todo es puro colapso de nuestro cuerpo aerostático, que ya no crece ni asciende: ocupa por completo el espacio, de arriba abajo, por todos lados.

Somos entonces universo. Apoderarnos del espacio es apropiarnos del tiempo. Somos aquí y antes, allá y durante, acá y después, allí y ahora; y mientras somos, permanecemos eternos, mas no inmutables, porque mutamos manos, mudamos labios, rozamos, enmudecemos, nos mecemos en los hilos del limbo y humedecemos nuestros suspiros, nos licuamos y nos fundimos en un solo fluido, líquido albino, abrasivo.

Universo diluido. Y nosotros, rendidos, restaurados en lo divino.

Manos en llamas

Tus manos son tan magas
que cuando manosean
mi cuerpo congelado
no semejan dos manos
que tocan o acarician
sino manos en llamas
que incendian y calcinan
la piel por donde pisan.

27 febrero 2008

Luz y blanco

De miel tus ojos satélites
circundan mi cuerpo ingrávido.
Me flotan más tus lunas
de almíbar cuando me miran
y me inyectan su blancura
con labios de blanca aguja:

son tus estrellas brillando
diluvios de luz y blanco,
refulgiéndome sus rayos
de blancor inmaculado.

De miel tus ojos reblancos
lamiendo mi cuerpo ingrávido.

Incandescencias

Tu cuerpo relámpago
incandescente yo e iluminado
en creciente las vivas curvas de tus ojos
mártires los míos de su mirar acompasado

y muera yo electrocutado
por la incandescencia viva de tus labios.

26 febrero 2008

Regicidio

Jimmy Reptil y todos sus amigos...

They just leave out the truth as they're watching you die

Política patética, soez

Comitiva vomitiva.
¿Omitible, ignorable? Imposible.
Despreciable, ruin, diarreica.
Pira de mentiras.
Política patética, soez,
pútrida.
¿Reuniones de titanes?
Enjambres de moscardones
transmisores del tétanos mental,
la enfermedad del sueño intelectivo,
la cirrosis del pensamiento,
la anorexia del discurso,
la bulimia de las ideas,
el cáncer de las neuronas,
la lepra en la lengua,
en los dientes la sarna,
cataratas de urticaria en los ojos
y cera petrificada en las orejas.

25 febrero 2008

Ángel de dos caras y cuatro alas

« [...]

Aquel que remonta y que te aplaca, aquel como la libélula, es el ángel de la beatitud. El que efervesce y pugna es el ángel del disfrute lascivo. Acrece éste el placer carnal, colma tu deseo de penetrar por amor en una materia viva y volverla apta para el conocimiento sensual, ansiosa de contacto voluptuoso.

¿No es acaso el ángel quien rescata tu ser recóndito, el preterido? Lo restituye y lo reconoces, esa vulnerada rémora.

[...]

¿Es el ángel compasivo que en lo celeste persevera, o es el ángel de la imagen seminal, de la pasión inmisericorde que troca la pálida potencia de tu espíritu por la vida henchida de sangre, por la víscera ávida, por la posesión devoradora?

[...] ».


Saúl Yurkievich: “¿No es el sueño la sombra del ángel?”,
en Revista de Occidente, nº 294, Noviembre 2005, pp. 145-149.

Redes de dedos

Dos manos tienen diez dedos,
diez dedos que se enredan
y forman redes de dedos
que enredan a los diez dedos
que se habían enredado
para formar redes de dedos.

He ahí dos manos patosas:
¡dos manos patosas!
Un hecho antinatural.

24 febrero 2008

Dulces: del gozo a la gula

He aquí los dulces más ricos del mundo entero. Los venden en una confitería de Puerto Lumbreras. Son dulces de esos que están tan sabrosos que los empezamos a comer únicamente por el gozo inicial de degustar sus sabores, olores, tonos y texturas, pero el intenso placer que experimenta nuestro paladar nos sumerge fatídicamente en una espiral de gula incontenible que sólo cesa cuando nuestro estómago nos dice que nos detengamos. Sin embargo, todavía nuestra boca segrega más saliva y reclama más sabores, y nuestro estómago se expande al máximo para dejar sitio a los últimos dulces de la bandeja, porque no los vamos a dejar ahí, tan solos, tan tristes...

Triple concreción

En tu vientre
-tablero de ajedrez de una blanca casilla
donde mi rey danza en busca de tu reina-

mi mano
-cuenco minúsculo de inquietas caricias
que tu cuerpo cubren entre arrebatos-

y mi lengua
-látigo incesante de azotes húmedos
que hieren la imprudencia de tus labios-

En tu vientre
mi mano
y mi lengua
recorren el sendero de descenso a tus infiernos
y encienden las llamas que arden tu caldera

Puedo allí morir calcinado
incinerado en ella
reducido a ceniza
a orgasmo blanco y sonrisa

Topo eterno retorno

Tu boca cáliz
corola ensangrentada
mi copa tumba

Labios carnívoros
serpientes del deseo
y besos bífidos

Lengua vibrante
bajo el sol de tus ojos
en mis praderas

Manos furtivas
ladronas en la noche
de mis cosquillas

Piernas laocontes
enredaderas súbitas
asfixia y éxtasis

Máxima sima
topo eterno retorno
todo sofoco

Síncope todo
pasmo asombro a chorros
calor sin fondo

23 febrero 2008

Lenguas gárgolas

son tus lenguas gárgolas revivas
derritiéndose en la piel ígnea de mi cuerpo

el azufre de tu aliento / diablesa súcuba / me embiste
me flamea la brasa líquida de tu boca herética
y en tus ojos incendiados ya me veo agonizando

las gárgolas que viven en tu lengua
derriten la piel ígnea de mi cuerpo
tantean tanto / tocan / tientan / intentan más
difunden tormentas / diseminan tempestades
sobre mi cuerpo tendido / entregado
y me erizan / me erectan el encefalograma plano
hasta enfocarlo en picado
subir a vista de pájaro
y descender a un primer primerísimo plano
donde se funden tus gárgolas con mis suspiros
para calcinarme en derroches de blanco vivo

Con un grito despiadado...

...just before you die

Precipitarse

Muchas noches nuestra cama
se convierte en precipicio.
La horizontalidad vierte
su ser, y cede su sitio
a la vertical más larga
y a los vértigos más vivos.

Se despeñan sin pensarlo
nuestros cuerpos encendidos,
aferrándose a la carne
que se abrasa entre suspiros.

A menos sueños, ocasos
más vibrantes y más vívidos.

Dormir menos es caer,
precipitarse al vacío;
es fundirse en el descenso,
convertirse en amasijo,
desprenderse de las pieles
y volverse un solo grito
hasta olvidarse del tiempo
y quedarse sin sentido.

Devorados muchas noches
por los labios del abismo,
muchas veces nuestra cama
se convierte en precipicio.

22 febrero 2008

Como labios

Labios como de fuego,
como de lava y magma,
labios que se doblaban
como juncos de barro
cuando lloraba el alba:
labios de madrugada
lanzando dentelladas
de carnívora planta.

Como labios de fuego:
tus labios de volcánica
dama son alimento
de mi boca incendiada.

20 febrero 2008

Y las líneas en tu mano...

Desfiladero de nubes

Aquella tarde, tumbado sobre las arenas de la playa, pasaba ante mis ojos un desfile incesante de nubes. En cada nube descubría una forma que, conforme avanzaba impulsada por el viento, cambiaba. Del rostro de un niño al de una bruja, que enseguida se convertía en león y al instante ya era dragón chino. Vi un libro que se convirtió en águila, y una casa que se hizo castillo hasta esfumarse como un truco de magia.

Hubo un coche que se transformó en lagartija, una lagartija que se hizo serpiente, una serpiente que, convirtiéndose en su propia presa, se transmutó en roedor, y un roedor que, por escapar del viento, tornóse pluma estilográfica que, desliéndose, escribía sobre el cielo hilos de nube fina.

Estuve allí tumbado cerca de una hora, cuando la luz declinó y empezó a hacerse sombra. La playa llena de gente se quedó sola, se fueron los cangrejos y las gaviotas, las sombrillas y las esteras, y allí nos quedamos yo y mis arenas sobre las arenas de la playa, comiendo pipas, fumando y contemplando las nubes agónicas, estertóreas.

Casi ninguna figura mantuvo su forma más de cuatro o cinco segundos, pero hubo una que permaneció inmutable, suspendida en el cielo, hasta que cayó la noche, que la ocultó a mis ojos.

Esa figura era la tuya: indeleble, eterna, irrenunciable. Y aunque la noche la ocultó a mis ojos, yo nunca la perdí de vista.

19 febrero 2008

Inexistencia de la independencia

La predicada independencia de un Estado es falsa. No existen los estados independientes. Si la independencia se define así: Libertad, especialmente la de un Estado que no es tributario ni depende de otro, no hay otra conclusión posible que afirmar la inexistencia de la independencia, puesto que todo Estado depende no sólo de otro, sino de muchos otros estados, dada la multiplicidad de relaciones que establecen entre ellos, que hipócritamente se autodenominan independientes, y que determina una interdependencia absoluta.

Guerras y muertes para conseguir una independencia inexistente, una independencia falaz, apócrifa, fingida, tan solo aparente. Eso sí: con la independencia inexistente lo que consigue el nuevo Estado es que haya unos políticos que antes no podían y ahora sí robarle al pueblo.

Sombras de mano

De mano.
Sólo de mano.
Sombras sólo de mano.
Son sombras sólo de mano,
pero qué mano, y qué sombras,
y qué solo el son de las sombras
que son sólo de mano.

De sombras.
Sólo de sombras.
Mano sólo de sombras.
Es mano sólo de sombras,
pero qué sombras, y qué mano,
y qué solo el son de la mano
que es sólo de sombras.

Al son de las sombras de mano,
sólo al son de las sombras,
de las sombras sólo de mano.

18 febrero 2008

Arrojó un lastre...

[Texto publicado en ¡Qué bien te veo!]

Cómo comer un clítoris

Dada la apabullante cantidad de visitas que, desde que publicamos aquel poema, llegan a este Burdel buscando el modo de comer un clítoris, trataremos de sintetizar aquí los pasos a seguir para llevar a cabo una operación tan delicada como placentera.

Damos por supuesto que disponemos de una mujer, y que esa mujer quiere sentir nuestra boca, labios y lengua en su clítoris. Esto es fundamental, señores, y ya lo advirtió Bob Marley en su famosa canción No woman, no clit.

A la mujer hay que tratarla con una delicadeza propia de porcelana china, pero antes tenemos que saber qué es y dónde se encuentra el clítoris, conocimientos de los que no tratamos aquí, por lo que remitimos allí.

Si el lector ha hecho clic en el anterior enlace, mal camino lleva, al menos no debería seguir el camino por el que conducen estas líneas. El lector que siga este camino de letras, en cambio, podrá finalmente descubrir cómo se come un clítoris.

Ya dijimos en otra ocasión que un clítoris no se come, salvo que entendamos el verbo comer en sentido figurado. Los verbos más indicados para referirnos al trato que se le debe dar al clítoris son: tocar, rozar, lamer, chupar, mordisquear-con-mucho-cuidado, acariciar, masajear, etc. Verbos suaves, delicados, esponjosos, lúbricos.

Llegamos, por fin, al modo, al cómo. Innegablemente, la lengua es el instrumento más adecuado para abordar tan delicado órgano. Ahora bien, no se trata de golpear con la lengua: recuerde el lector lo que dijimos de los verbos que podemos emplear: verbos delicados, suaves. Con la lengua se lame, de arriba abajo, en círculos, de un lado a otro, rozando ligeramente el clítoris, rodeándolo en recorridos concéntricos, mágicos, rituales. Ritmo constante y control respiratorio son cruciales para no ahogarse, de ahí que la posición de los cuerpos para llevar a cabo el proceso sea una cuestión fundamental. Si elegimos una mala posición puede que acabemos con tortícolis, de modo que el sujeto activo deberá adoptar una postura cómoda para él, pero también para el sujeto pasivo, que aunque esté en masculino sólo puede ser mujer. Esto, como ya hemos señalado, es fundamental, señores.

Situados en una buena posición, cómoda para ambos, sólo resta hacer ejercicios linguales, labiales y bucales, incrementando o aumentando el ritmo, con más o menos fuerza, de lado a lado, de arriba abajo, en círculos, ligeros golpecitos... No obstante, además de para comer clítoris, tenemos una boca estupenda para hablar, de modo que lo mejor es preguntarle a ella qué le gusta más, y actuar en consecuencia.

La finalidad de esta actuación es, por supuesto, proporcionarle a la mujer, como mínimo, un orgasmo. El tiempo necesario para conseguir dicho objetivo es variable, pero si tras un cuarto de hora o media hora a lo sumo el lector no lo ha logrado, quizá debería volver a leer todo esto con más detenimiento o, en su caso, buscar consejo en otro sitio.

Porque, señores, no tenemos que preguntarnos qué puede hacer un clítoris por nosotros, sino qué podemos hacer nosotros por un clítoris.

El tamaño sí importa

Porque no es lo mismo el tamaño que las Pringles tenían antes que el que tienen ahora. Hacía bastante tiempo que no comprábamos un bote de Pringles, que están ricas, innegablemente. El otro día compramos un bote y cuando lo abro y saco una patata me quedo así, como diciendo:

—Acho, ¿pero qué es esto? Antes eran más grandes, ¿no? Si está vacía la mitad del bote...

—A ver... -coge una patata, la mira y se la mete en la boca-. Sí, antes eran más grandes.

—Qué cabrones...

—Estos están como lo de la aceituna de las ensaladas de las aerolíneas americanas, forrándose a costa de quitarle un tercio a cada patata.

—Vaya unos ratas.

—Pues sí, les va a volver a comprar su puta madre.

—Además, ya no saben igual.

—No...

—Cabrones...

17 febrero 2008

Te buscan...

... desde Barcelona...

Palabra de arena

No tanto incurso en otro como yo.
No solo gritos como, también llanto
hambre y suspiro, pero como incurso
en otros no tengo tiempo de levitarme
me ensimismabismo en mí hasta olvidar mi médula,
sin más encabalgamientos que los de estos
versos transgredidos por la improvisada
marcha de la escritura egogósmica,
pues no en vano solté los lastres y las lianas,
para quedarme ausente en volteretas de vacío
y desleírme, respirarme y desnadarme en verbos
no vacuos sino alborotodos, rejuntos, distintos,
hasta encontrar la palabra que me sustantivara.

16 febrero 2008

Idolatría

Definiciones:

Ídolo: (Del lat. idōlum, y este del gr. εδωλον). 1. m. Imagen de una deidad objeto de culto.

Idolatría: (Del b. lat. idolatrīa, y este del gr. εδωλολατρεα). 1. f. Adoración que se da a los ídolos.

Idólatra: (Del b. lat. idolătra, y este del gr. εδωλολτρης). 1. adj. Que adora ídolos. U. t. c. s.

Ejemplo:

Levántate...

He turned the power to the have-nots
And then came the shot

Advertencia

—No me toques la moral, que tengo muy poca.

15 febrero 2008

Uno que buscaba cómo...

Esto es uno que quería solucionar un problemilla que tenía. Él quería hacer un trío, pero su mujer no estaba por la labor, de modo que pensó que hallaría la solución en Internet. Buscó en Google “convencer mujer para trío” y llegó aquí.

The microphone explodes...

I walk tha corner to tha rubble that used to be a library
Line up to tha mind cemetary now

11 febrero 2008

Seremos sólo uno

Seremos un árbol, un solo árbol,
seremos ramas que se entrelazan orgiásticas
sobre la niebla y los vapores de la cama,
arrebatadas hojas y savia blanca,
esencias transustanciadas, sacrosantas,
que saltan sobre otras ramas que se enlazan
a nuestras ansias, a nuestras ganas de algazara,
de lúbrica desenfrenada e innata.

Seremos uno, sólo un árbol,
seremos flores que se abren y desparraman
polen, lágrimas, sustancias divinas, sagradas,
que encajan con otras flores que derraman
sus pétalos, sus ovarios, sus filamentos incendiados,
otra vez sagrados, otra vez divinos, sacrosantos,
qué es si no el cáliz, qué, si no, el receptáculo,
sobre los túmulos y los tálamos
donde copulan la muerte y el orgasmo.

10 febrero 2008

Peleas de jerbos

Hay alguien por aquí, en España, que estaba buscando en Google peleas de jerbos. Grrrrrr... Mira lo que te digo: tú vente a Murcia que te presento a los míos. Tienen unos dientes afilados como escalpelos, instintos de serpiente y, de repente, son canes más furiosos que Cerbero.

Yo tengo tres jerbos
que te roerán las orejas primero,
en manada, como los lobos.
Después te atacarán los ojos
con sus garras de Lobezno;
la hembra te morderá los pezones
mientras los machos te roen los dedos
y acabarán royendo todos juntos
esa parte de tu cuerpo
que guardas con tanto celo.

Beberte

A mis arenas


Hoy beberé de tu fecunda fuente
otra vez, saciaré mi sed de ti
hasta dejar mis labios arrugados,
pálidos, boca llena de la arena
de tu ser, de tu entraña, de tu vientre.

Beberé otra vez, como siempre ávido,
contento de tenerte entre mis brazos,
de poder retenerte hasta el orgasmo,
hasta el anochecer, hasta el ocaso,
hasta que quede blanca y sin pupila

esta elástica lengua que te aspira
el nombre, los susurros y la noche
mientras vehemente bebe de tu frente.


Visita de mi fan #3

Futura definición de Filología

Ocurrencia desarrollada a partir de una pregunta de I******


Como sabemos, la última reforma que hizo la Real Academia de la Lengua tendió a simplificar las reglas ortográficas. Entre otros muchos cambios, las tildes de los pronombres demostrativos ya no son necesarias a no ser que haya posibilidad de confundir el pronombre con un determinante, algo que es bastante difícil, porque éste es pronombre y éste también lo es, mientras que en este pronombre “este” no es pronombre, sino determinante. Lo cierto es que es complicado no distinguirlos, y hay que rebuscar demasiado para encontrar un ejemplo. Sólo faltó incluir que fuese obligatorio poner la tilde en ésto, para no confundirlo con el demostrativo esto que no existe. En cualquier caso, todas las reformas parecen encaminadas a facilitarles la vida a los chavales, porque los pobres, con tanto msm y sms, se acaban haciendo un lío con las letras en el cerebro.

Por estos motivos, entre otros, en un futuro no muy lejano, el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (a.k.a. DRAE, y quizá en ese futuro no muy lejano sólo DRE, como el rapero) definirá el término filología de la siguiente manera:

Filología. (De lenguas muertas cuyo nombre ya ni recordamos ni nos interesa). 1. f. Ciencia que observa de refilón el filo de las palabras. 2. f. Ciencia que mira de perfil y sin fiarse el perfil de las palabras. 3. f. Ciencia que perfila y redefine las palabras refundidas por los usos móviles y el principio de economía lingüística.

Aunque quién nos dice que en un futuro no muy lejano lingüística no se podrá escribir sin diéresis, porque para qué los dos puntitos, si ya sabemos que se pronuncia la -u-, y si no se pronuncia no pasa nada tampoco, porque diciendo linguística también nos entendemos; a fin de cuentas también eliminaron la obligatoriedad de escribir psiquiatra o psicopombo con p-.

Visita de Okupa K. al Burdel

¿Por qué permanecer?

When ignorance reigns, life is lost, lost!
Why stand on a silent platform?

09 febrero 2008

Después de comer (después de comer)

A mis arenas


Después de comer te he comido.
Con sed de tu ser, las carnes tuyas,
carnes que hervían, que herían,
que llagaban mi carne bíblica, mágica,
lúcida, y mis ojos tan abiertos
que tu mirar me enceguecía.

Después de comer te he bebido.
Tu estambre, los estigmas de la lengua tuya,
lengua que fundía, que fenecía,
que incendiaba mi lengua lápida, tumba,
ceniza, y espasmos más sabrosos
que beber las lágrimas de tus ojos.

Después de comer te he soñado.
Bajo el fuego de la ducha, las almas tuyas,
almas que reían, que mojaban,
que empapaban mi alma abrupta, gruta,
sima, y abrazo más espasmo
que morir en tu vientre sepultado.

Después de comer te he sentado.
Ya palacios, imperios eran mis manos,
manos que acogían, que protegían,
que erigían tu cuerpo sagrado, diablo,
bendito, y herejías más divinas
las nuestras que sacrosantas reliquias.


Después de comer

A mis arenas

Después de comer voy a comerte.
No té, no hierba, sino carnes tuyas,
carnes que hiervan, que hieran,
que llaguen mi carne viva, impávida,
sudorosa, y lágrimas más blancas
que tus noches de plata desbocadas.

Después de comer voy a beberte.
No café, no fe, sino infusiones de la lengua tuya,
lengua que funda, que fusione,
que infecte mi lengua lúbrica, lasciva,
húmeda, y asfixia más lujosa
que mis noches de cama lujuriosas.

Después de comer voy a soñarte.
No gasas, no aire, sino almas tuyas,
almas que abracen, que atenacen,
que guarden mi alma furia, fiel,
fiera, y sofoco más compacto
que nuestras noches de cópulas y blancos.

Después de comer voy a sentarte.
No tronos, no reinos, sino manos mías,
manos que acojan, que protejan,
que tejan un cuenco profano, divino,
hereje, y pecado más sagrado
que nuestra eterna noche de tiernos aliados.


Teatro

Los pájaros y el Citroën

Cada vez que veo el anuncio del Citroën y los pájaros me quedo pensando: ¿Quién será el tipo que ha sido capaz de amaestrar tantos pájaros...?

08 febrero 2008

Misión: colegios e institutos

Hace unas semanas leí en el periódico la idea del obispo de Cartagena. Al hombre se le ha ocurrido crear brigadas de jóvenes, previamente adoctrinados y dotados de argumentos, para mandarlos a evangelizar al pueblo, como hacen los ingleses esos que todos nos hemos cruzado alguna vez por la calle, con camisa blanca y corbata negra. O como hacían los Apóstoles. O como hacen los partidos políticos. O como hacen las sectas. Los niños de Dios.

No le daría más importancia a la noticia si no fuera porque, entre sus objetivos, están los colegios y los institutos.

-¿Los colegios? ¿Los institutos?

Sí, los colegios e institutos, donde hay niños desde 6 años hasta 17, todos menores de edad.

Hoy he visto una noticia que me ha traído a las mientes, por asociación, la de estas brigadas. Un juez ha ido dilatando hasta lo intolerable una adopción porque se trata de una pareja de mujeres, una de las cuales tuvo un hijo por inseminación artificial y la otra, su pareja, quiere adoptarlo, pero al juez no le gusta la idea ni la ley que lo permite. Y se da la agravante de que el señor magistrado ya tiene dos expedientes disciplinarios, pero ahí sigue el tipo.

---Actualización [11 de febrero]---

Leo esta mañana aquí que las brigadas de jóvenes ya van a asaltar los colegios y los institutos, aprovechando la inocencia y la ingenuidad de los niños, lo que me trae a las mientes las palabras del obispo de Tenerife, que decía a propósito de los casos de pederastia que, bueno, en fin, que a veces los niños provocan e incitan a que se abuse sexualmente de ellos... Me cago en la ostia... Hay que tener una mente enfermiza, pervertida, depravada, degenerada, ignominiosa, infame, rastrera, ruin, vil y abyecta para pensar eso, y ninguna vergüenza y ninguna dignidad para decirlo.


Amanecer tras la persiana

05 febrero 2008

Cálculo de distancias

Circulo por Molina de Segura y veo, a lo lejos, un coche que espera a la salida de unos talleres para incorporarse a la carretera. Espera, pero no se mueve. Yo sigo circulando, y cuando me faltan poco menos de veinte metros para llegar a su altura se le ocurre incorporarse a la carretera, así que mi pie derecho y sus cinco dedos piensan: “Fuerza, ¿para qué te queremos?”.

Se levantó el pie del acelerador, con los dedos de punta, para hundirse inmediatamente en el pedal del freno, y no sé qué gasté más, si la goma de los neumáticos por el frenazo que pegué o la suela del zapato por la fuerza y la intensidad con que, impulsado por el pie, se hundió en el pedal del centro.

En cuanto mi coche se quedó clavado en medio del carril, mi mano derecha, sin que yo le dijera nada, se puso a tocar el claxon, y mi lengua desatada, sin pedir permiso, dijo: Hay que joderse, y encima la tonta se queda clavada en medio. Porque se quedó clavada, literalmente, en medio de la carretera: la próxima vez no te pares, que si te doy, al menos, no te daré en la puerta del conductor, sino en el culo. Y menos mal que yo no llevaba a nadie lamiéndome el culo como los conductores con instintos caninos de los que ya he hablado en alguna ocasión, porque si no me sodomiza, metafóricamente, se entiende.

Para no perder la costumbre, para aviso de conductores, se trataba de un Opel Astra 1.4, de color rojo, con matrícula MU-6761-BF, cuya conductora debería aprender a calcular las distancias. No quiero ni imaginármela incorporándose a la autovía o *poniéndose a adelantar por la derecha*...

La misma búqueda de la semana, a la siguiente

Orgías en Murcia

01 febrero 2008

Corazón mineral

Es el humo

humanizándose

galvanizándome

minimizándome

caracterizándome

magnetizándome

sublimizándome

culpabilizándome

cristalizándome

sintetizándome

organizándome

ionizándome

analizándome

utilizándome

metalizándome

garantizándome

realizándome

haciéndose carne

y alzándose hacia lo humano

izándose.

Izándome.