30 marzo 2007

Orson Cafrune

No tengo yo por costumbre ir recomendando blogs, pero ha llegado la hora de hacer una excepción que anule la regla. El descubrimiento del blog que voy a recomendar tuvo lugar mientras buscaba blogs cuyo nombre contuviese el término ‘delirio’; encontré varios, como se puede observar en la columna de la derecha, debajo del contador de visitas, donde he puesto enlaces a varios, a los que estoy echando un vistazo.

De todos esos, hay uno que me ha gustado especialmente: Cafrunísticos y deliraciones, lugar en el que Orson Cafrune habla, pero el lector habrá de tener en cuenta que cuando Orson Cafrune habla,

“dice, no dictamina... y sepa que decir por decir no tiene nada de malo, al contrario... ¿qué importa si lo que digo hoy contradice lo que dije ayer? Por falta de medios de validación uno se perdería de decir cosas tan extraordinarias... ya alguien se ocupará de fundamentarnos... la palabra no requiere justificación ni base empírica, la palabra necesita simplemente ser expresada y que cada cual la interprete a gusto y piacere... que otros opten por el silencio y la cautela... antes de atragantarme con una burrada prefiero toserla hasta escupirla al mundo completamente cubierta por la flema de mi ignorancia y de mi libre albedrío... si digo lo que digo, lo digo por una cuestión lírico genital, quiero decir que porque se me cantan la pelotas, y esa es razón suficiente para mí...”.

Los cafrunísticos son las conversaciones que Cafrune mantiene con otros tipos; por lo que llevo leído hasta ahora giran en torno al cine, y son bastante... interesantes: ¿a quién, si no, se le habría podido ocurrir la idea de que dos locutores de fútbol radiasen una película de cine mudo? ¿Por qué nadie ha llevado a la práctica esta idea?

Las deliraciones son... dignas de leer. Y como son breves, te puedes leer una mientras que se cierra el mozilla: desde que le das a la cruz de arriba a la derecha hasta que la ventana se cierra, te da tiempo a leerte una, y en caso de que no, te quedarás con las ganas de saber cómo acaba, o cómo empieza. De momento hay 99 deliraciones, yo voy por la 33, que también es casualidad numérica, pero espero que cuando llegue a la 99 ya esté la 100, y en caso de que esté la 100 estará también la 124, lo que es algo incómodo de creer, pero qué duda cabe de la veracidad de dicha afirmación.

Orson Cafrune es una criatura de Matías Brasca y Mario Pozzo.

1 comentario:

Matías Brasca dijo...

Sonrojado Cafrune agradece, aunque se sabe poco merecedor de tales elogios, aunque, por cierto, se complace de que sus escritos le complazcan, aunque se avergüenza de haber tardado tanto en responder este comentario.
Gracias, verdaderamente, por tomarte la molestia de leer todas las deliraciones y en cuanto suba la deliración 100 te aviso para que compruebes como alguien puede evolucionar de mal en peor. Me refiero a Cafrune, por cierto.
Saludos.