He leído en la Wikipedia que Aristóteles murió el 7 de marzo del 322 a. C. Yo, personalmente, concedo en el año, pero afinar hasta el día..., quizá sea raspar en el calendario. En cualquier caso, Aristóteles fue un tipo bastante listo, inteligente, agudo, perspicaz. Una máquina, vamos. Le dio clases particulares a Alejandro Magno, así que fíjate. Lo que no sé es cuánto le cobraría pero, vamos, si un fontanero te cobra la mano de obra a 20 € la hora, por lo menos se sacaría unos 500 tetróbolos o tetradracmas por hora, teniendo en cuenta que el Sr. Magno era emperador, y curiosamente tiene el mismo apellido que el jabón.
Lo que quería decir es que Aristóteles, además de enseñar a Alejandro, enseñó a Tomás de Aquino, que murió, ¿casualmente?, el 7 de marzo de 1274. Y es que Aristóteles ha sido a lo largo de la historia una especie de UNED, que ha enseñado a distancia a mucha gente, y me incluyo en el saco, pues se ocupó prácticamente de todas las áreas del saber y del conocimiento, con excepción de la Flexología Férrica, de la que sólo se ha ocupado el ilustre Doctor Estoyas Talos, y de la Cariciología Extensiva, una materia en la que destacó el por todos nosotros admirado Profesor Manu Tigio.
Y aprovechando las casualidades de las cifras, no podemos cerrar estas serias reflexiones sin recordar a Mijail Bajtín, que murió el 7 de marzo de 1975 y que, por supuesto, también recibió lecciones a distancia de nuestro querido y estimado maestro el Estagirita
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